Sala de atención por coronavirus del hospital Barzilai.
Sala de atención por coronavirus del hospital Barzilai.
AFP
Profesora Talia Wolk, directora del departamento de coronavirus del Hospital Shaare Zedek, Jerusalem.

Así trabajan los médicos de Israel especialistas en coronavirus

Rutina de trabajo, consecuencias de la enfermedad y cómo prevenir los contagios: cuatro miembros del personal de salud cuentan cómo es su tarea y cuáles son sus sentimientos mientras que más y más pacientes ingresan en las salas de internación.

Ilana Curiel, Ahiya Raved, Yael Freidson, Itay Blumenthal - Adaptado por Adrián Olstein |
Published:
La atención por COVID-19 obligó a los hospitales de Israel a cerrar salas de internación y convertirlas en salas específicas de coronavirus. Junto a ello se debió reducir o incluso eliminar las intervenciones médicas no urgentes. Además las jornadas de trabajo se extendieron y la carga laboral del personal de salud se multiplicó.
Cuatro miembros del personal sanitario de distintos puntos de Israel hablan sobre las dificultades del trabajo y piden al público su colaboración: usar máscaras, mantener la higiene y sobre todo, no subestimar al virus.
Profesora Talia Wolk, Hospital Shaare Zedek, Jerusalem
Trabajar en el departamento de coronavirus es diferente a trabajar en una sala regular. Uno solo puede estar allí por poco tiempo, un máximo de dos horas, y eso obliga a trabajar muy concentrado. La condición de los pacientes en esta pandemia confundió también los roles de médicos y enfermeros: algunas veces nos ocupamos de tomar la fiebre, la presión o la saturación de un paciente, los ayudamos con la comida o hasta les preparamos un té.
4 צפייה בגלריה
Profesora Talia Wolk, directora del departamento de coronavirus del Hospital Shaare Zedek, Jerusalem.
Profesora Talia Wolk, directora del departamento de coronavirus del Hospital Shaare Zedek, Jerusalem.
Profesora Talia Wolk, directora del departamento de coronavirus del Hospital Shaare Zedek, Jerusalem.
(Hospital Shaare Zedek)
A pesar de las máscaras, el contacto con los pacientes es mucho. Es una enfermedad grave. Lo más preocupante es la afección respiratoria. La recuperación es muy larga y la gente tarda semanas o meses en recuperar el funcionamiento pleno de su sistema respiratorio. La gente lo subestima y piensa que es una especie de gripe. Pero tienes que pensar en la gripe y multiplicarla por diez.
La profesora Wolk es directora del departamento de coronavirus del Hospital Shaare Zedek en Jerusalem.
Doctor Uri Galanta, Centro Médico Soroka, Beer Sheva
4 צפייה בגלריה
Doctor Uri Galanta: "Estamos en una guerra y la gente no lo percibe".
Doctor Uri Galanta: "Estamos en una guerra y la gente no lo percibe".
Doctor Uri Galanta: "Estamos en una guerra y la gente no lo percibe".
(Hospital Soroka)
En el pico de la ocupación, estábamos con 14 pacientes con respiración artificial y otros tres conectados a dispositivos ECMO de asistencia cardiopulmonar. El cuidado de estos pacientes requiere personal altamente calificado. Para conseguir el personal tuvimos que reubicar gente de otros departamentos e incluso cerrar algunos de los servicios habituales del hospital. Junto a eso, redujimos y cancelamos cirugías electivas. No estamos cerca del colapso, pero la tensión sobre el sistema de salud es grande y tenemos miedo que sea aún mayor en las próximas semanas en función de los aumentos de contagios que se observa.
Siento que existe una brecha entre cómo se comporta y lo que entiende el público acerca de la situación y lo que vivimos en los hospitales. Estamos en una guerra por la vida de los pacientes, una guerra de desgaste muy larga. Ponernos una máscara, evitar las multitudes y aislarnos si nos sentimos mal, está en nuestras manos.
El doctor Uri Galanta es director de la unidad de terapia intensiva por coronavirus del Hospital Soroka en Beer Sheva.
Arshid Shibli, Hospital Haemek, Afula
Nada me preparó para este día, ninguna escuela me enseñó a lidiar con este momento. Mi primera muerte por coronavirus, tarde o temprano, iba a suceder. Algunos días vemos la puesta de sol, que se refleja en el interior de la sala, en los monitores. Pero siempre llega el momento en que alguien se te acerca y te dice: "Hora de la Muerte 10:10". Se hace un silencio y se entiende que ya no hay más que hacer. Después la gente se dispersa y te quedas solo.
4 צפייה בגלריה
Arshid Shibli, enfermero del Hospital Haemek.
Arshid Shibli, enfermero del Hospital Haemek.
Arshid Shibli, enfermero del Hospital Haemek.
(Hospital Haemek)
En la unidad de terapia intensiva estaba acostumbrado. Escuchaba el llanto de la familia que se filtraba desde el pasillo. Con el coronavirus todo es diferente. Es una muerte silenciosa. Sin reunión, sin llantos. Soy el último en estar frente a la persona que fallece. Ni la familia, ni el rabino, ni el jeque, ni el sacerdote. Ahora ocupo todos esos roles.
Aprendí en los últimos meses una lección de vida. Una lección acerca de la importancia de ser el último que está en contacto con las personas. Nuestra mano acaricia por última vez a las personas pero también ayuda a salir la vida del útero. Este es nuestro rol como enfermeros y enfermeras. Una mano. Tantos roles.
Arshid Shibli es enfermero en la sala de coronavirus del Hospital Haemek en Afula. Escribió esto en su “Diario de coronavirus”.
4 צפייה בגלריה
Sala de atención por coronavirus.
Sala de atención por coronavirus.
Sala de atención por coronavirus.
(AFP)
Doctora Anat Anghel, Hospital Wolfson, Holon
Sin la cooperación del público la situación en Israel no mejorará. Actualmente, la ocupación en el departamento de coronavirus es del 60%. La mayoría de los pacientes reciben asistencia respiratoria.
El personal médico dio su alma durante días y noches para atender a las necesidades. Pedimos a la ciudadanía la colaboración y el cumplimiento de las directrices, para frenar la propagación del virus y reducir el número de pacientes.
La doctora Anat Anghel es directora del Hospital Wolfson en Holon.
Comentarios 0