Una de las cosas más dolorosas que pueden ocurrir en una relación de pareja es enterarse de una infidelidad. ¿Pero por qué son infieles las personas? ¿Se trata de gente que está más expuesta a estímulos de fuera, a los que no se pueden resistir? ¿O de que conocieron a un hombre o a una mujer que les gustó tanto que su presencia les hizo olvidar a la pareja fija o cónyuge?
En el tema popular de las infidelidades, se habla de situaciones, en las que se pone el acento en la persona con la que la gente fue infiel a su cónyuge o pareja fija. Y también al papel que desempeñó esa persona en que “el casado o la casada se desviara del buen camino”. Pero un nuevo estudio sugiere que los principales motivos de la infidelidad en la mayoría de los casos no están relacionados con el “cómplice” con el que fueron infieles el hombre o la mujer casados, sino con su relación con el cónyuge o pareja fija.
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Don Draper y Betty de Mad Men. Él le era infiel con frecuencia.
(captura de pantalla)
El estudio, que se publicó este mes en The Journal of Sex Research, trató de rastrear los motivos por los cuales las personas no son fieles a sus parejas fijas o cónyuges. “Siempre nos ha interesado el móvil del acto de infidelidad, y dado que tuvimos la oportunidad de recoger datos de una muestra de personas que buscan a alguien con quien ser infieles, no pudimos desaprovechar la oportunidad”, explican Gena Hackathon y Brian Ashdon, psicólogos estadounidenses que llevaron a cabo la investigación.
Recogieron los datos de 545 personas activas en la página web de citas AshleyMadison. Un sitio web popular entre personas interesadas en tener un romance fuera del matrimonio. Se pidió a los participantes en el estudio que respondieran a un cuestionario online anónimo sobre cuál fue el móvil para ser infieles a sus cónyuges o parejas fijas. El porcentaje de hombres que participaron en el estudio fue del 81 por ciento, y la edad media era de 49 años.
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El estudio fue realizado entre 545 personas activas en la página de citas Ashley Madison.
(Ynet)
Se preguntó a los participantes tanto acerca de los motivos sexuales como emocionales que pueden llevar a la infidelidad, y después los investigadores elaboraron diferentes perfiles de infieles según el tipo de razones que dieron para explicar la infidelidad. En el caso de los hombres, el motivo más común para ser infiel fue el sexo. Es decir, tener más relaciones sexuales. Ése es el motivo que dieron con frecuencia también en personas (hombres y mujeres) que se sienten más cómodas en relaciones sexuales ocasionales y sin compromiso, que tienen menos sentimientos de culpa y que no están particularmente satisfechas de su relación de pareja o con el o la cónyuge.
En cuanto a los factores emocionales, se vio que los participantes jóvenes tendieron más a tomar la iniciativa con vistas a un romance para vengarse de su cónyuge o pareja fija. Las mujeres, así como quienes estaban poco satisfechos de sus relaciones de pareja, tendieron a justificar el deseo de ser infieles por sentirse dejados de lado o por indiferencia de parte de su cónyuge o pareja fija. Y quienes señalaron que la pareja fija o el cónyuge no respondía a sus necesidades, tendieron a justificar la infidelidad en que ya no estaban enamorados de la pareja fija o cónyuge.
Si tienen la sensación de que falta un motivo o una justificación de la infidelidad, no se equivocan. El motivo que no apareció en lo que dijeron la mayoría de los participantes en el estudio como explicación o justificación de su infidelidad fue la actitud respecto de la persona con quien cometieron la infidelidad. Al parecer, esa actitud –por ejemplo, hasta qué punto se sienten atraídos por él o ella, y hasta qué punto él o ella le gustan al otro– no tiene casi nada que ver con la posibilidad de que algún día ésa será la persona con la que le serán infieles a su cónyuge o pareja fija.
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Según el estudio, el motivo principal de la infidelidad es la insatisfacción.
(freepik.es)
Ya no se trata de culpar a "el otro" o “la otra”
¿Entonces cuál es el factor que pronostica mejor que habrá una infidelidad? Los resultados apuntan al hecho de que el motivo principal de la infidelidad es que la persona se siente insatisfecha de la relación que tiene con el cónyuge o pareja fija a la que han sido infieles. “La cosa frecuente que surgió de los datos del estudio es que el ‘cómplice’ de la infidelidad, ‘la otra (mujer)’ o ‘el otro (hombre)’ no influyeron en particular en el deseo de ser infieles”, dicen los investigadores. “Es decir que, a diferencia de lo que se suele pensar, ‘él’ o ‘ella’ no fueron el motivo principal de la infidelidad. Lo que más influye en el deseo de ser infiel es la insatisfacción respecto del cónyuge o pareja fija, sobre todo en el caso de los hombres. También influye en gran medida en la posibilidad de que se produzca una infidelidad lo sumamente agradable que resulta tener sexo esporádico o sin compromiso tanto en el caso de los hombres como de las mujeres”.
Los resultados del estudio indican que quienes ven en el “cómplice” de la infidelidad un agente activo que “tienta”, y como el principal culpable de la infidelidad, está lejos de reflejar lo que pasa. En realidad, el papel del “cómplice” de la infidelidad es relativamente marginal, y esa persona se puede sustituir fácilmente por otra. Lo principal es la relación que se tiene con el cónyuge o pareja fija a quien se le ha sido infiel. El infiel no tiene una relación sexual con otra persona pese a estar casado, sino porque está casado. Y la infidelidad no constituye por sí sola una causa del deterioro de la relación de pareja, sino también, y sobre todo, consecuencia de ese deterioro.
