La mezquita Al-Aqsa reabrió sus puertas a los fieles el domingo después de dos meses y medio de permanecer cerrada a causa del coronavirus. Las autoridades musulmanas impusieron algunas precauciones mientras que las autoridades sanitarias advierten sobre un nuevo aumento en la cantidad de contagios.
La reapertura de la mezquita, tercer sitio en importancia para el Islam, culmina con un período sombrío para los musulmanes de Jerusalem, cuyo mes de ayuno y celebraciones de Ramadán y la festividad de Eid al-Fitr se vio opacado por las restricciones en relación al coronavirus, impidiendo sus habituales visitas diarias a Al-Aqsa y a la Cúpula de la Roca.
El Consejo islámico del Waqf apoyó su decisión de levantar las restricciones de ingreso y reabrir los emblemáticos santuarios en la lenta propagación actual del virus. Sin embargo, las autoridades musulmanas impusieron algunas medidas para reducir el riesgo de contagio. Los fieles deben usar máscaras faciales y traer alfombras de oración personales para rezar dentro de la mezquita o en los terrenos al aire libre, informó el consejo en un comunicado.
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Fieles rezando en el complejo de la mezquita Al Aqsa tras la reapertura del sitio.
( AP)
Cientos de musulmanes cantaron a coro “Dios es el más grande” mientras ingresaban al complejo ubicado en la Ciudad Vieja de Jerusalem el domingo temprano para las oraciones del amanecer. Algunos se arrodillaron y besaron el suelo al entrar, relató un testigo.
