Bahan Idan
Alon Idan, presidente del comité de seguridad del kibutz Bahan.
Idan Erez
Agujero de seguridad en la valla que separa Israel de Cisjordania.

Kibutz fundado por argentinos denuncia infiltración de palestinos en Israel

Aseguran que cada día cientos de personas ingresan a territorio israelí a través de un cruce abierto y sin vigilancia. Episodios de robo y el temor latente a un atentado terrorista.

Raanan Ben Tzur - Adaptado por Tom Wichter |
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Sin respuesta de las autoridades, y ante los ojos atónitos de ciudadanos israelíes, cada día cientos de palestinos cruzan ilegalmente hacia territorio israelí a través de un cruce llamativamente permeable.
La denuncia la realizan los residentes de Bahan, un kibutz fundado en 1954 por inmigrantes argentinos del movimiento Hejalutz Lamerjav y en el que todavía se escucha el idioma español entre algunos de sus vecinos. Se ubica en el centro de Israel, a 20 kilómetros de Netanya, y apenas a metros de la aldea palestina Shuweika, dentro del territorio de la Autoridad Palestina.
La ruta 574 es interrumpida por la valla de seguridad que separa Israel de Cisjordania a través de una puerta que debería estar cerrada, pero está abierta. Por allí, y por huecos en los alambrados cercanos, cada día ingresan palestinos de manera ilegal y sin ningún tipo de control. Ante la presencia de la cámara de Ynet, algunas de estas personas insultan.
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Bahan Valla
Bahan Valla
Agujero de seguridad en la valla que separa Israel de Cisjordania.
(Idan Erez)
“A la mañana es cuando más tráfico hay, se pueden ver autobuses y camiones que vienen a recoger palestinos que entran ilegalmente a Israel”, asegura Alon Idan, voluntario y presidente del comité de seguridad del kibutz, quien denuncia una connivencia entre empresarios que contratan mano de obra barata y fuerzas de seguridad que no toman las medidas necesarias para detener estas infiltraciones.
Según cuenta Idan, las intromisiones empezaron hace dos años y las primeras veces el ejército reparaba la situación. Pero en los últimos tiempos los residentes de Bahan sienten el abandono de las fuerzas de seguridad: “La presencia militar se rindió en esta zona, la puerta y la cerca están rotas y cada día vemos cómo ingresan ilegales al centro del país”.
“Hubo robos, muchos niños duermen en los dormitorios con sus padres, tres o cuatro veces por semana debemos pedir a todos los residentes del kibutz que se encierren en sus casas por una infiltración palestina”, agrega Idan sobre las consecuencias que traen estas reiteradas violaciones de seguridad en la vida de los habitantes de Bahan.
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Bahan Valla
Bahan Valla
Falta de alambrado en algunos de los puntos que separan al kibutz Bahan de la aldea palestina Shuweika.
(Idan Erez)
Según el personal de seguridad del kibutz, estos episodios forman parte de una operación de empresarios israelíes. “Son criminales, el transporte de personas que permanecen ilegalmente en el país es un delito penal, y definitivamente lo hacen con la cooperación de funcionarios israelíes”, acusan.
La mayor preocupación de los residentes de Bahan es que esta situación pueda aprovecharse para cometer actos terroristas. Y temen que las autoridades sólo tomen conciencia cuando ocurra una tragedia. Por eso reiteradamente se dirigieron a las FDI, pero las respuestas no fueron satisfactorias. “Nos dicen que van revisar lo que ocurre, que se van a ocupar, pero en la práctica la situación empeora. Lo mismo ocurre con la policía, no tienen idea quiénes entran y salen”, afirma Idan.
Kineret Neuman, madre de tres hijos, hace dos semanas fue víctima de un robo en su casa. “Mi esposo estaba de viaje y mientras dormía con los niños entró un ladrón, se llevó pertenencias, y se fue afortunadamente sin que nadie se despertara”, relata y recuerda la tranquilidad que reinaba antes en Bahan: “Teníamos una gran vida, los chicos podían ir de un lugar al otro, nunca se me hubiera ocurrido decirle a mis hijos que volvieran antes de las 21, desde el robo que ellos están durmiendo con nosotros”.
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Bahan Kineret
Bahan Kineret
Kineret, residente del kibutz, sufrió un robo en su casa y teme que ocurra un atentado terrorista.
(Idan Erez)
“Ahora estoy todo el tiempo atenta a un mensaje de texto de advertencia sobre una intrusión, y cuando ocurre tengo que ubicar a mis niños, cerrar todas las puertas de la casa y esperar un mensaje tranquilizador que indique que todo está bajo control”, señaló Kineret sobre la intranquilidad que vive a diario.
“Algún día vendrá alguien, entrará a una casa como la mía y… No quiero ni pensar lo que alguien con malas intenciones puede hacerle a una familia que duerme en el kibutz”, reflexiona la mujer sobre la posibilidad de un atentado a la vida suya o de algunos de sus vecinos.
La doctora Galit Shaul, jefa del Consejo Regional del Valle de Hefer que incluye a Bahan, se dirigió de manera urgente al primer ministro Benjamín Netanyahu y al Ministerio de Defensa para que se aborde esta problemática. “Cierren los cruces rotos del Valle de Hefer antes de que ocurra un desastre”, escribió a los funcionarios. “No debemos esperar una tragedia, que ocurrirá si el ejército no interviene de manera inmediata”, agregó.
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