Este martes, soldados del Comando Doméstico de las Fuerzas de Defensa de Israel realizaron pruebas masivas de COVID-19 en estudiantes y personal docente de una escuela de la ciudad central de Modi'in. La medida fue aprobada luego de que 11 niños que asisten al establecimiento educativo dieran positivo.
En total, unos 90 estudiantes de sexto grado de la escuela primaria Asif fueron puestos en cuarentena obligatoria. El resto de los grados continúa asistiendo al establecimiento, aunque bajo ciertas normas preventivas: cada grado tendrá recreo en en diferentes momentos, con el fin de reducir la posible infección cruzada entre grupos de diversas edades.
"El brote en la escuela de Asif nos recuerda a todos que a pesar de la flexibilización de las restricciones, el virus todavía está con nosotros", dijeron las autoridades de Modi'in en un comunicado.
“Por lo tanto, debemos ceñirnos a las pautas del Ministerio de Salud: no salga de casa si se siente mal, no envíe a los niños a la escuela si existe la posibilidad de que estén enfermos o hayan estado en contacto con una persona enferma. Esta es la única forma de prevenir la propagación del virus", añadieron.
Un día antes de que se produjera el brote, el Ministerio de Salud aprobó levantar la directiva que obligaba a usar máscaras en interiores y lugares cerrados. De este modo, el Estado ya levantó casi por completo las restricciones para contener los contagios.
Si bien la campaña de vacunación contra el coronavirus de Israel ha visto a más de 5.400.000 personas recibir la primera inyección y a casi 5.100.000 las dos dosis, solo los niños de 12 años en adelante están habilitados para ser inoculados. Por lo tanto, la mayoría de la población estudiantil del país no ha sido vacunada contra el virus.