El jueves pasado, el fotógrafo de naturaleza Gabi Levitsky, del kibutz Karmia, cercano a la ciudad de Ashkelon, salió de su casa y, como es su costumbre, miró el eucalipto de gran tamaño que hay en su estacionamiento. Muchos pájaros usan el inmenso árbol como escondite, lugar de descanso y punto de observación.
“Al principio miré al pájaro y no entendí lo que estaba viendo. Traté de sacarle una foto con el teléfono celular, pero no funcionó, por lo que volví a casa a buscar la cámara. Le saqué una foto, pero seguía sin entender de qué pájaro se trataba”, cuenta Gabi sobre su primer encuentro con el ave. Después de examinar las fotos con la ayuda de libros, se dio cuenta de que era una carraca picogorda, una especie que se encuentra en África y que jamás se documentó que emigrara a Israel.
“Todo el mundo quería estar aquí, en el kibutz”
Al principio Gabi pensó que tal vez se trataba de un pájaro exótico que había escapado de sus criadores, por lo que publicó un mensaje en Facebook con la esperanza de obtener ayuda de ornitólogos israelíes respecto a la identidad del pájaro y la especie a la que pertenecía.
“La noticia se extendió como si fuera un incendio, un reguero de pólvora. Todo el mundo quería estar aquí, en el kibutz”, cuenta Gabi. “Todavía no sabemos con seguridad cómo llegó a Israel, y su comportamiento indica que se trata de un pájaro salvaje, debido a su respuesta ante un halcón que pasó cerca suyo. Se vio entonces que la carraca sabía defenderse, y que entendió que el otro pájaro era un ave de presa, ya que su reacción fue como la de todas las carracas normales. También su forma de volar y la manera en que busca su alimento son naturales a esta especie”.
Ionatan Meirav, un destacado ornitólogo de la Sociedad para la Protección de la Naturaleza, cuenta que inmediatamente después de que Gabi publicara las fotos de la carraca en Facebook, se creó un gran alboroto.
“En el material sobre ornitología figura que en Israel hay especie exóticas de pájaros, pero al parecer no hay ningún ave como esta en ningún lugar del país, lo que quiere decir que se trata de una primera visita de este tipo. Es un pájaro absolutamente africano, y la mayoría de los que viven en el norte se encuentran en Etiopía. Deambulan y emigran dentro de África, pero para que una carraca llegue hasta aquí tiene que haber cometido un error muy grande de navegación”, señala.
Un pico amarillo prominente
Meirav señala que esta temporada, en especial durante los meses de agosto y septiembre, “se repitieron las visitas de especies africanas, como el abejaruco de garganta blanca, entre otras especies que no anidan en África por un motivo u otro. Comienzan a vagar hacia el norte, y la carraca picogorda finalmente se encontró aquí”.
El ave no tiene un nombre hebreo, y en inglés se lo identifica como Broad-billed Roller. El Dr. Ioav Perlman, investigador en el Centro de Ornitología de Israel y de la Sociedad de Protección de la Naturaleza, propuso darle el nombre hebreo de “carraca de pico amarillo” debido a su característica más llamativa.
Según Avner Rinot, ornitólogo e investigador de la Sociedad de Protección de la Naturaleza, “la carraca picogorda está presente en una zona amplia de África ecuatorial y subtropical, y la isla de Madagascar. Sus hábitats son los bosques abiertos, en especial los que están cerca de arroyos y otras fuentes de agua, así como también sabanas húmedas, en zonas bastante peligrosas, casi siempre cerca de donde hay agua.
Un experto cazador de insectos
Rinot también señala que “la mayor parte del día, la carraca está en reposo y somnolienta, y su actividad principal en las primeras horas del día y sobre todo en las últimas de la tarde, consiste especialmente en cazar”.
“También beben mientras vuelven de la orilla del agua. Parados en elevados puntos de observación del bosque, tienen un comportamiento típico a la hora de cazar, en el aleteo y en la persecución de hormigas voladoras y termitas, sobre todo por la noche”, explica.
Desde que se produjo el descubrimiento, decenas de ornitólogos y ornitólogas de todo el país viajaron al kibutz para observar al pájaro. “Da la impresión de que está a gusto aquí porque la zona recuerda bastante al continente africano, con regiones similares a la sabana y con arena. Quizás le venga bien por una temporada”, comenta Gabi. “Lo hemos visto cazando insectos, aunque la mayor parte del tiempo está en el árbol. De vez en cuando se limpia y se arregla las plumas, y de repente, sin previo aviso, se pone a volar. La mayor parte del tiempo estaba en silencio, y sólo cuando se acercaba el halcón se agitaba”.
Levitsky, que se dedica a la ornitología y a la fotografía desde hace casi 20 años, se mudó al kibutz hace alrededor de una década, y cuenta que todos los días dedica una parte importante de su tiempo a observar y fotografiar animales en la zona. “He documentado cosas excepcionales, pero esta es la primera vez que descubro una nueva especie de pájaro que viene de visita a Israel”, dice.
First published: 19:40, 18.09.19