Una parte considerable de las medidas económicas de emergencia anunciadas por Israel a la luz de la crisis del coronavirus están destinadas a asistir a los palestinos.
Según la Autoridad Palestina (AP), se han registrado al menos 44 casos de coronavirus en Judea y Samaria.
40 de los infectados en Judea y Samaria se encuentran en Belén, que se ha convertido en el epicentro de la enfermedad en los territorios controlados por la AP. Además, dos palestinos contrajeron la enfermedad en Tulkarem, uno en Jericó y otro en Ramallah.
Las autoridades palestinas comunicaron que un niño de dos años que había sido infectado con el virus se ha recuperado.
Durante la noche del miércoles, los vehículos de las fuerzas de seguridad palestinas recorrieron la ciudad de Belén, que se encuentra en cuarentena general, y mediante altavoces instaron a los ciudadanos a permanecer en sus hogares a la luz de las nuevas directivas brindadas por las autoridades.
Funcionarios israelíes indicaron que ante un potencial escenario de escasez de alimentos y medicinas, los aviones de la Fuerza Aérea podrían ser enviados para llevar a Israel mercadería desde el extranjero, y parte de la misma sería entregada a los palestinos.
"La lucha contra esta enfermedad no es sólo un deber legal, sino humanitario y moral, ya que al coronavirus no le importan las fronteras nacionales", expresó el coronel Sharon Biton, director de Asuntos Civiles del Coordinador de Actividades Gubernamentales en los Territorios.
"En muchos sentidos, la región de Judea y Samaria es mucho más complicada dada la proximidad y el uso dual de infraestructura de los ciudadanos israelíes que residen en los asentamientos y los palestinos, por lo que el asunto debe ser abordado de forma unificada para toda la región", agregó Biton.
Muchas de las conversaciones llevadas a cabo entre funcionarios israelíes, organizaciones internacionales y la Autoridad Palestina se centran en la falta de suministros médicos para los palestinos.
Sólo hay entre 70 y 80 respiradores artificiales tanto en Judea y Samaria como en la Franja de Gaza. La falta de equipamiento podría derivar en una catástrofe en caso de que se produzca un brote masivo.
Hamás comprendió que su precario sistema de salud y la escasez de fármacos podría agravar la situación en Gaza, donde hasta el momento ningún habitante ha sido infectado con el virus, en caso de que un residente de la Franja contraiga la enfermedad. Por ese motivo, la organización terrorista que gobierna en el enclave palestino pidió a otros países entre dos y tres toneladas de alcohol en gel.
Hamás entendió, además, que la propagación del virus en Gaza podría derivar en un particularmente alto número de víctimas mortales, por lo que también depende de la asistencia de Israel.
3 צפייה בגלריה
Fuerzas de seguridad palestinas instan a la poblacion a permanecer en sus hogares
(Ynet)
Hasta el momento, sólo hay un kit para pruebas de coronavirus en un laboratorio en Gaza, donde residen 1.8 millones de personas.
La asistencia internacional a los palestinos se ha reducido debido al coronavirus, pero Catar anunció una donación de 10 millones de dólares y el Banco Mundial aportará 8 millones de dólares a la Autoridad Palestina y a Gaza.
A pedido de Israel, el coordinador especial adjunto de la ONU para el Proceso de Paz en Medio Oriente, Jamie McGoldrick, se ha encargado de administrar todas las solicitudes de ayuda para los palestinos.
Las Naciones Unidas también han lanzado un programa de 90 días que incluye una donación de 6.5 millones con el fin de reforzar el equipamiento médico necesario para luchar contra el coronavirus.
Hasta el momento, en Gaza hay unas 3.000 personas aisladas debido a la posible exposición al coronavirus, y Hamás está construyendo centros de cuarentena en las afueras de sus principales ciudades.
La Autoridad Palestina ha hecho lo mismo, asignando edificios públicos y hoteles como centros de cuarentena.
