No es ningún secreto que las compañías israelíes de tecnología tienden a preferir veteranos de unidades militares de tecnología e inteligencia como empleados potenciales. Sin embargo, también hay varias que buscan otras habilidades militares y que explícitamente prefieren contratar a quienes hayan estado en combate, ya que, según afirman, la destreza única que se adquiere en el campo de batalla es perfecta para soportar la naturaleza estresante y demandante de una carrera en el sector.
Los detalles de tecnologías se pueden enseñar, pero los valores ganados en batalla son difíciles de replicar en aquellos sin experiencia militar, sostiene Jonathan Attias, co fundador de la empresa de publicidad en videojuegos Sayollo Media, donde nueve de los 16 empleados han tenido roles de combate en las FDI. Los guerreros son mejores pensadores analíticos, agrega.
“Los temas a los que nos enfrentamos requieren una habilidad para remover ‘malos’, y ese es un desafío con el que antiguos guerreros tienen experiencia”, explicó en una entrevista con Calcalist Zohan Levkovitz, cofundador y CEO de L1ght, la cual desarrolla herramientas para combatir el ciberacoso de niños. Entre sus empleados se encuentran veteranos de la Unidad 8200 (la agencia de seguridad nacional de las FDI) y la 801 (la unidad de tecnología del Directorio de Inteligencia Militar).
“Siempre quiero saber si un candidato ha servido en una posición militar importante, sin importar el trabajo para el que esté siendo entrevistado. Me ayuda a entender a la persona frente a mí, a saber si son líderes, si tienen ambición, si tienen impulso”, remarca Nati Avrahami, CEO de la compañía de IT Taldor Group y mayor de las FDI retirado.
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Avrahami: "Siempre quiero saber si un candidato ha tenido una posición militar importante"
(Raphael Ben Dor)
Es sabido que los veteranos de unidades de inteligencia tienen la ventaja en la industria de la ciberseguridad, pero antiguos guerreros tienen cualidades únicas cruciales para el sector, según explica Yifat Bar-Eli, quien dirige las operaciones en Israel de la empresa CyberHat, la cual tiene un 40% de empleados exmilitares.
“Los guerreros no se quiebran ante la presión, y pueden trabajar bajo circunstancias extremadamente estresantes y complejas. Compartimos los mismos valores de patriotismo y el deseo de hacer lo que podamos por nuestra seguridad nacional”, afirmó Bar-Eli, antigua médica militar.
Alrededor de un tercio de los empleados en el sector tecnológico de Israel sirvieron en roles de combate en las FDI y el 11% son veteranos de las unidades de tecnología del ejército, según datos de la compañía de recursos humanos Ethosia. Un reporte de 2017 reveló que el 30% de administradores del sector son antiguos militares, mientras que el 20% de los empleados en compañías fundadas por veteranos de unidades de tecnología sirvieron en la misma unidad que sus jefes.
Esta cantidad de personal militar puede generar preguntas en lo que respecta a la diversidad en el trabajo. Como la creciente escasez de talento, muchos ven a los judíos ultraortodoxos y a los árabes con ciudadanía israelí como un potencial no aprovechado.
Sin embargo, este tipo de contratación por contacto podría dejar de lado a estos dos grupos minoritarios, los cuales no son obligados a cumplir un servicio militar, y podría marginalizar a las mujeres. Según Attias, una preferencia por ex soldados es un tipo de discriminación positiva en favor de aquellos que tienen menos posibilidades de conseguir trabajos bien pagados en comparación con quienes sirvieron en unidades tecnológicas.