Un grupo de turistas israelíes que había regresado de Dubai y fue obligado a someterse a una cuarentena en el hotel Dan Panorama de Jerusalem, que funciona como un centro de aislamiento administrado por el Estado, se negó a atravesar el confinamiento allí y generó disturbios en el lugar.
El gobierno decidió el domingo que cualquier persona que regrese de Emiratos Árabes Unidos debe someterse a una cuarentena en un centro de aislamiento durante dos semanas. La decisión fue tomada con el fin de que no ingrese a Israel la variante sudafricana del coronavirus, la cual es extremadamente contagiosa.
Según los turistas, cuando llegaron al aeropuerto Ben Gurion el miércoles, ningún representante del Ministerio de Salud estuvo presente para analizar sus solicitudes para llevar a cabo un aislamiento domiciliario, en lugar de someterse a una cuarentena en un hotel.
El grupo de turistas se negó a irse del aeropuerto, pero finalmente aceptó después de que se les dijera que un funcionario del ministerio estaría presente en el hotel en Jerusalem, donde iban a ser trasladados.
Al llegar a la instalación y percatarse de que ningún funcionario del Ministerio de Salud estaba allí para hablar con ellos, comenzaron a protestar, a dar vuelta mesas y a insultar a los soldados del Mando del Frente Doméstico que se encontraban allí para administrar el hotel.
Cinco personas fueron detenidas hoy (jueves) bajo sospecha de alteración del orden público en el hotel Dan Panorama, expresó la policía.
"Las fuerzas policiales llegaron hoy al hotel Dan Panorama en Jerusalem después de que se informara que algunos de las personas habían alterado el orden", indicó la policía.
Un empleado del aeropuerto Ben Gurion manifestó: "Se les prometió reunirse con un representante del Ministerio de Salud, pero no había nadie en el aeropuerto".
"El Estado señaló que habría un comité de exención especial en nombre del ministerio en el aeropuerto, pero no había nadie. Todos simplemente se olvidan de sus deberes y transfieren la responsabilidad al Mando del Frente Doméstico”, agregó.
El empleado indicó que cuando el grupo se negó a salir del aeropuerto, fueron amenazados con ser multados. "Cuando la seguridad vio que las advertencias no estaban funcionando, les dijeron que un funcionario del ministerio se reuniría con ellos en el hotel. Cuando esto tampoco sucedió, comenzaron los disturbios. Una vergüenza", expresó.
