La crisis del coronavirus puede estar empujando a El Al Israel Airlines a manos del Estado, menos de dos décadas después de que la aerolínea de bandera fuera privatizada.
El sindicato de El Al le mencionó a Reuters que no se oponía al control estatal y sostuvo que su primordial preocupación era mantener la aerolínea volando, ya que las compañías de todo el mundo han estacionado sus aviones en los hangares y han buscado ayuda de los gobiernos.
El Al y el accionista mayoritario Knafaim Holdings han estado en conversaciones de rescate con el Ministerio de Finanzas, quien ofreció respaldar US$ 250 millones en préstamos bancarios, pero señaló que El Al debe emitir US$ 150 millones en acciones. El estado compraría esas acciones si nadie más lo hacía.
El Al, que reportó pérdidas durante dos años consecutivos y acumuló deudas para renovar su flota, canceló los vuelos cuando Israel cerró sus fronteras y suspendió a la mayoría de sus 6.500 empleados. La empresa ha dicho que se enfrentaría a la bancarrota sin la ayuda estatal.
El gobierno ha indicado que no permitiría el colapso de la aviación israelí, calificándolo de activo estratégico, expresó Meidan Bar, presidente de la Asociación de Pilotos de la Línea Aérea de Israel.
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Avión de El Al con suministros médicos traídos a Israel durante la pandemia de coronavirus.
(El Al PR)
Dijo que El Al proporcionó un vínculo vital con el mundo, ya que la mayoría de las otras aerolíneas internacionales habían detenido los vuelos a Israel durante períodos de conflicto en el pasado.
Si el Estado tuviera una mayoría, le daría el control a un administrador independiente para manejar las operaciones diarias y buscaría vender las acciones en el futuro, mencionó a Reuters un alto funcionario del Ministerio de Finanzas.
"El Estado no está interesado en nacionalizar El Al y convertirlo en una compañía gubernamental. El objetivo es ayudar a la empresa para que pueda recuperarse de la crisis", aseguró el funcionario.
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El vuelo de El Al lleva a los israelíes a casa desde Australia luego de que la pandemia detuvo el tráfico comercial.
(Sivan Farage)
El Al y Knafaim Holdings declinaron hacer comentarios.
"Sabemos que vamos por un nuevo camino, no importa si es un gobierno o una empresa privada", explicó Avi Edri, jefe del sindicato de transporte de la federación laboral de Israel. "Sabemos que lamentablemente tendremos que dejar ir a varios trabajadores".
Hace dos décadas, cuando el primer ministro Benjamín Netanyahu era ministro de Finanzas, impulsó la venta de El Al y otras compañías estatales. Su oficina declinó hacer comentarios sobre el destino futuro de El Al.
