Esta semana el Ministerio de Finanzas de Israel entregó al presidente Reuven Rivlin el primer informe oficial sobre la participación ultraortodoxa en el área de la alta tecnología, y los resultados evidencian una tendencia integradora durante los últimos años.
En comparación con el año 2014, la investigación reveló un crecimiento del 52% en la cantidad de empleados ortodoxos en el rubro. Además, la tasa de empleo de mujeres ortodoxas en el rubro creció un 90% desde 2014. Y una gran mayoría de los trabajadores ortodoxos en alta tecnología es menor de 28 años, lo que confirma esta tendencia integradora y todo indica que continuará en los próximos años.
Desde el punto de vista de los salarios, la remuneración promedio de los trabajadores ultraortodoxos en empresas de alta tecnología es inferior a la mitad del promedio general del rubro. Sin embargo, el informe indica que esta brecha se reducirá a medida que haya cada vez más ortodoxos graduados y especializados.
Las estadísticas de las instituciones educativas también indican que cada vez más ortodoxos se acercan al campo tecnológico: en 2018 casi el 10% total de los estudiantes de carreras afines a la alta tecnología pertenecían a este sector de la sociedad, un aumento aproximado del 35% en relación a 2014, y la cantidad de profesionales ortodoxos recibidos casi se duplicó durante ese período de cuatro años.
La cantidad de emprendimientos ultraortodoxos de alta tecnología también experimentó un salto significativo: se estima que desde 2015 surgieron 200 nuevas empresas, cuando en 2013 prácticamente no existían startups originadas en este sector de la sociedad.
“La crisis nos golpeó y nos enseñó que hay dificultades que solo pueden superarse si estamos todos juntos: seculares, religiosos, ultraortodoxos, judíos, árabes. Y esto es tan cierto para el coronavirus como para la economía israelí”, analizó Rivlin sobre este informe, y celebró que la alta tecnología se haya convertido “en un campo óptimo para integrar al público ultraortodoxo”.
“Este sector también es responsable del Estado de Israel y su economía. La integración ultraortodoxa en el empleo es un claro interés israelí, y la prosperidad del país depende de ello”, agregó. Para el rabino Uri Maklev, viceministro de Transporte y jefe de la Autoridad para Desarrollo Económico del Público Ultraortodoxo, expresó que “los resultados del informe son muy alentadores” y resaltó que “cuando se combina la ayuda gubernamental con el sector privado se obtienen grandes logros”.