La policía manifestó el lunes por la mañana que un total de 31 personas en Jerusalem y Bnei Brak fueron arrestadas durante enfrentamientos violentos entre las fuerzas de seguridad y manifestantes ultraortodoxos que protestaban contra el cierre general impuesto en Israel.
Dos agentes resultaron levemente heridos en Jerusalem en un enfrentamiento el domingo por la noche y tuvieron que recibir tratamiento médico. Los manifestantes también causaron daños a varios vehículos policiales y privados y a edificios municipales.
(Manifestantes arrojan piedras contra un vehículo policial en el barrio Mea Shearim de Jerusalem)
La policía informó que 18 personas fueron arrestadas en Jerusalem por arrojar piedras a los agentes en el barrio predominantemente ultraortodoxo de Mea Shearim. Cuatro transeúntes resultaron heridos por las piedras.
Un transeúnte que resultó herido afirmó que se encontraba cerca de los enfrentamientos cuando de repente fue golpeado por una piedra. "Estaba sangrando y no podía entender por qué estos locos estaban arrojando piedras. No hay razón para esto; son solo un grupo de niños aburridos en busca de problemas", dijo visiblemente ofuscado.
Una fuente dentro de la comunidad jasídica en Jerusalem responsabilizó a la policía por lo sucedido: "Alejamos a nuestra gente del lugar. Hay mucha gente aquí buscando problemas. El encierro y la provocación por parte de los oficiales hace varias horas en Mea Shearim es lo que causó esto".
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Incidentes entre las fuerzas de seguridad y manifestantes ultraortodoxos en Jerusalem (izquierda) y Bnei Brak.
(Shaul Golan/Haim Goldich)
El aumento de la presencia policial en el vecindario de Jerusalem se produjo después de que surgieron informes de "guardias" ultraortodoxos apostados fuera de las sinagogas para ahuyentar a los agentes que buscaban hacer cumplir con el cierre impuesto por el gobierno, el cual incluye la prohibición de celebrar reuniones masivas en los templos.
En Bnei Brak, cerca de Tel Aviv, los agentes intentaron durante varias horas dispersar una reunión ilegal en la sinagoga Agudat Ovdei Yisrael. La policía se enfrentó inicialmente con miembros de la congregación dentro y fuera del edificio, lo que resultó en 13 arrestos.
Durante el intento inicial, varios hombres gritaron y bailaron frente a los oficiales, llamándolos "nazis" y "bastardos" y exclamando "regresen a Alemania". Luego llegaron fuerzas adicionales al lugar, incluida la policía montada. Tras más intentos fallidos de dispersarlos, la congregación terminó sus oraciones, y sus miembros abandonaron el edificio y regresaron a sus hogares.
(Un policía empuja a un niño durante incidentes en Jerusalem)
La policía señaló que la reunión no sólo fue una violación de las directivas sanitarias, sino que la mayoría dentro de la sinagoga no usaba máscaras protectoras. "No se permitirá un desprecio tan flagrante de la ley y el orden público", indicó la policía. "Trabajaremos incansablemente contra aquellos que violan la ley", agregó.
Varios de los alborotadores se resistieron al arresto y tuvieron que ser colocados en vehículos policiales por la fuerza. Los agentes fueron captados en video empujando con fuerza a un detenido contra una pared y golpeándolo. Las imágenes muestran, además, a otro oficial arrodillado sobre la cabeza de otro manifestante.
El hombre que estaba inmovilizado contra la pared logró huir de regreso a la sinagoga, por lo que los oficiales lo persiguieron, lo inmovilizaron contra el suelo y lo esposaron.
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Choques entre policías y manifestantes fuera de una sinagoga en Bnei Brak.
(Shaul Golan)
"Los oficiales simplemente golpean a la gente sin motivo y acosan a otros en la calle", dijo Hershi, un miembro de la congregación en la sinagoga. "Escuchamos lo que dicen nuestros rabinos y, en lo que a nosotros respecta, la policía no puede decirnos qué hacer si va en contra de las Escrituras", añadió.
El alcalde de Bnei Brak, el rabino Avraham Rubinstein, arremetió contra la policía, acusándola de hacer un uso desproporcionado de la violencia. "Me entristece ver que los agentes no han aprendido de los errores del pasado y están llevando a cabo su trabajo sin coordinación previa con las autoridades municipales, mientras usan fuerza excesiva contra los fieles", sostuvo.
"Exijo explicaciones a la comisaría local, el fin de esta dura violencia y una investigación exhaustiva sobre la conducta de los agentes", agregó Rubinstein.
El parlamentario Yitzhak Pindros, líder del partido Yahadut Hatorá Hameuhedet, criticó duramente a la policía por lo que llamó conducta "violenta" y por causar "caos" en las comunidades ultraortodoxas. "Los altos mandos de la policía se olvidaron de que frente a ellos hay ciudadanos con derechos, no enemigos”, declaró. "En lugar de hacer cumplir las directivas de salud pública para detener la propagación del virus de una manera equilibrada, los agentes actuaron con una fuerza implacable, resultado de la incitación de los medios y la moral podrida dentro del alto mando policial".
Pindros también pidió el nombramiento "inmediato" de un jefe de policía ajeno a las filas de la fuerza.
