El viernes a las 14 (horario israelí), en vísperas de Rosh Hashana, comenzará a regir en todo Israel un cierre general de tres semanas para detener los contagios de coronavirus. A pocas horas de que se aplique la medida, el presidente Reuven Rivlin brindó un discurso autocrítico.
“Sé que no hemos hecho lo suficiente como líderes para ser dignos de su atención, pero les pido que abran sus corazones a mis palabras”, inició su mensaje Rivlin en la noche del miércoles, horas después de que los casos diarios superaran por primera vez la barrera de 5 mil contagios y la cantidad de pacientes graves alcanzara un pico de 551.
El presidente aseguró que comprende la “sensación de vergüenza” que acompaña a muchos israelíes por los intentos fallidos de frenar el COVID-19. “Nos acostumbramos a vivir en un país libre y abierto, y hoy nos enfrentamos a severas restricciones de circulación para proteger lo obvio, nuestra rutina diaria”, analizó y fue categórico al analizar las causas de esta medida extrema que volverá a regir en el país: “Ustedes confiaron en nosotros y los decepcionamos”.
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Mensaje autocrítico del presidente Rivlin antes del cierre general en Israel.
(Mark Neiman)
“Cuando el coronavirus irrumpió en nuestras vidas sabíamos que la lucha sería difícil pero esperábamos que la victoria fuera rápida, por eso aceptaron con suma comprensión los límites del distanciamiento social y los precios caros que se afrontaron”, afirmó en relación a la primera etapa de fuerte aislamiento y puntualizó sobre algunas celebraciones que se vieron afectadas durante esa etapa: “Las sinagogas estuvieron cerradas para Pésaj, las mezquitas no pudieron abrir durante todo el mes de Ramadán, y hasta hoy me duele el corazón cuando pienso en las familias que no pudieron ir a las tumbas de sus seres queridos durante Iom Hazikarón”, el día de recordación de los soldados caídos y las víctimas del terrorismo.
Por aquellos días, en ocasión de Pésaj, Rivlin fue criticado públicamente por haber celebrado la festividad junto a su hija en contra de las medidas sanitarias. En aquel momento pidió disculpas públicas y en esta ocasión volvió a hacerlo: “Mi soledad no es más dolorosa que la de muchos de ustedes que siguieron las pautas al pie de la letra”, señaló.
El jefe de Estado también hizo un llamado a la clase política responsable de la toma de decisiones. “La confianza del pueblo es invaluable y se debe hacer todo lo posible para restaurar la seguridad personal, médica y económica. Esta es una segunda oportunidad para los ciudadanos de Israel y debemos vencer, Dios no quiera que necesitemos una tercera”, dijo.
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El viernes comenzará un período de tres semanas de cierre general en Israel.
(Moti Kimchi)
Por último, Rivlin hizo un llamado a detener las “acusaciones tribales”, luego de las discusiones que surgieron alrededor de las comunidades ultraortodoxas y árabes, en las que se registran las mayores tasas de contagio del país. “El Estado de Israel fue bendecido por una diversidad extraordinaria en el que cada sector es una parte fundamental, y no venceremos al virus a través de acusaciones mutuas. Estamos destinados a vivir juntos, a compartir tanto los años buenos como los difíciles”, expresó al respecto.
“Ciudadanos de Israel: no le pueden ganar al coronavirus solos, pero nadie lo podrá hacer sin ustedes. Es hora de respetar las pautas. No tenemos otra tierra, no tenemos otro país, no tenemos otro pueblo, y no tenemos otro camino”, completó Rivlin.
