En función de las directivas del Ministerio de Salud, que prohíben la celebración de eventos con más de 100 asistentes, el liderazgo religioso israelí informó sobre las medidas que se tomarán durante el próximo shabat que comenzará en el anochecer del viernes.
Yitzjak Yosef, rabino principal de Israel, solicitó a la ciudadanía judía que no asista a los rezos que habitualmente se celebran en el Muro de los Lamentos de Jerusalem “hasta que la ira pase y la piedad venga del cielo”, y aseguró que aunque no existen leyes específicas en la ley judía sobre la propagación de una pandemia las pautas del Ministerio de Salud tienen un status de “mandato religioso”.
De esta manera el Centro de Midrash de Gor, una de las instituciones jasídicas más grandes del país, suspendió su tradicional celebración de Purim así como las oraciones del shabat que se aproxima. Yakov Litzman, ministro de Salud, es un destacado miembro de esa comunidad.
Lo mismo resolvió para este sábado la Gran Sinagoga de Jerusalem, uno de los sitios más visitados de la capital, determinación que fue consultada con David Lau, el rabino principal de Israel.
Además, la Organización Mundial de Sinagogas en Israel y en todo el mundo emitió pautas especiales para evitar el contagio del coronavirus, como la colocación de desinfectantes en los ingresos a los templos, la ventilación de los edificios, acortar los tiempos de los rezos y lecturas de la Torá, impedir el ingreso de personas que deban permanecer en cuarentena, evitar el transporte público y prescindir de las conversaciones entre los fieles a la salida de las sinagogas.
El rabino Haim Kanivsky, referente del sector ultraortodoxo, resolvió suspender las consultas personales y pedidos de bendiciones hasta nuevo aviso para evitar las aglomeraciones que se producen en su domicilio, y publicó un nùmero de fax para que le envíen preguntas urgentes o nombres de personas por las que orar.
