Hoy en día el fútbol es el deporte predominante en Medio Oriente. Pero existen otros, para cuya disputa pueden requerirse de elementos que van desde aceite de oliva, una cabra, un halcón doméstico o el camello más hermoso de todo el desierto.
De hecho, los deportes como la lucha en aceite, el Buzkashi, la cetrería y las carreras de camellos son competiciones tradicionales que preservan fragmentos venerados de la historia y la cultura de la región.
Lucha en aceite
Este año, Turquía organizó su 658º festival de lucha en aceite en la provincia de Edirne. El deporte es tan viejo que se remonta al Imperio Otomano, fundado en 1299. Para jugar, los luchadores cubren sus cuerpos en aceite de oliva. La única prenda de vestir que utilizan es el pantalón Kispet. Para que un jugador se declare vencedro debe arrancar el Kispet de su rival o lograr agotar a su retador hasta que este se rinda.
El deporte se originó en la antigua Grecia, pero hoy en día fue adoptado por los turcos, que han sostenido con orgullo la tradición desde el nacimiento de la república moderna en 1923. Según el experto en estudios islámicos Birgit Krawietz, de la Universidad Libre de Berlín, se le llama el “deporte de los antepasados”.
Los que participaron en las peleas hace años, lo hacían con mayor frecuencia en las aldeas, ya que se consideraba el "deporte de la gente". Con el tiempo, las luchas se trasladaron a los palacios y luego se integraron en el entrenamiento militar de rutina.
Buzkashi
Un deporte menos conocido en Turquía es el Kok-Boru, o Buzkashi, como se lo llama en lugares como Kazajstán, Kirguistán y Afganistán, donde es deporte nacional. El juego podría compararse con una versión más dura y anterior del polo.
Los hombres cabalgan a caballo por un campo compitiendo para tomar posesión del cadáver de una cabra sin cabeza, que se sacrifica antes del comienzo del partido.
Dependiendo del país, el juego puede ser disputado en equipo o como deporte individual.
Es un juego muy exigente físicamente, y con pocas reglas claras. La cabra se suele asar en un horno con papas como recompensa para los atletas hambrientos después del partido.
Cetrería
La cetrería, también muy popular en el Medio Oriente, especialmente en el Golfo, tuvo sus orígenes en esa misma región. Sin embargo, según los expertos de Wild Flight, una empresa de cetrería en los Emiratos Árabes Unidos, el deporte nació hace 4.500 años en Asia central y se trasladó a Medio Oriente solo 2.000 años después.
Originalmente, los cetreros utilizaban las aves para cazar alimentos.
Hoy, en ciudades del Medio Oriente como Dubai, la caza está prohibida. La cetrería se ha transformado en deporte, y los halcones ahora son domesticados y comprados a comerciantes que tienen permisos emitidos por el gobierno.
Los halconeros entrenan a sus pájaros para volar desde el brazo de un miembro del equipo en un lado de un campo hasta el otro lado, donde un segundo miembro del equipo está parado con una falsa presa.
Los halcones, una vez liberados, utilizan sus instintos de caza para volar y capturar el premio. El halcón que lo hace en el menor tiempo se lleva a casa el oro.
Ruan Botha, director general de Wild Flight, dice que incluso después de 24 años de participar en el deporte, aprende algo nuevo cada día cuando trabaja con los halcones, y agrega que le encanta el deporte debido a la forma en que los jugadores se conectan con los pájaros.
"Es algo que necesitas experimentar", dice Botha. “Recuerda: este es un animal salvaje que entrenas y al final del día puede volar. Pero vuelve debido a la vinculación que tiene con su entrenador".
Carreras de camellos
Uno de los deportes más populares y quizás más reconocidos internacionalmente provenientes de los Emiratos Árabes Unidos, Bahrein y Jordania son las carreras de camellos, que tienen una larga y controvertida historia.
Los camellos no son a menudo considerados como animales de rápido movimiento, pero pueden alcanzar hasta 40 mph, en comparación con los caballos, por ejemplo, que pueden alcanzar velocidades de 55 mph.
Originalmente, los que participaban en el deporte utilizaban camellos locales. Hoy en día, hay mucho dinero en la cría de camellos, ya que se ofrecen premios en efectivo por valor de millones de dólares a los propietarios cuyos camellos llegan a la meta más rápido.
En la última década, las carreras de camellos entraron en la era de la tecnología; ahora, en lugar de jinetes humanos, los propietarios montan a sus animales con pequeños robots controlados a distancia.
Se adjunta al robot un látigo para controlar el camello, pudiéndose generar a distancia las indicaciones a ejercer sobre el camello.
¿Globalizarse?
El Prof. Danyel Reiche, quien se enfoca en la política de deportes en la Universidad Americana de Beirut, dice que los países del Medio Oriente no han podido globalizar sus deportes nativos de la manera que China, por ejemplo, logro hacerlo con el tenis de mesa o Japón con el Judo. Mucho de esto tiene que ver con la capacidad de acceder al equipamiento apropiado.
Según James Dorsey, miembro principal de la Escuela de Estudios Internacionales (RSIS) de S. Rajaratnam en Singapur, que se centra en Oriente Medio y África del Norte, estos deportes tradicionales y menos conocidos pueden desempeñar un importante papel en el fortalecimiento de la identidad nacional.
"Todos estos deportes tienen raíces históricas, pero parte de la razón por la que se les pone énfasis es la de la promoción del patrimonio como parte de un esfuerzo por crear una identidad nacional", dice Dorsey.