Si bien los jueces de la Corte Suprema israelí dictaminaron en febrero pasado que la discriminación contra parejas homosexuales u hombres solteros en la Ley de Subrogación es ilegal, y ordenaron al estado corregir la ley y actualizarla antes del 1 de marzo de 2021, el Estado no ha realizado aún la enmienda.
El 6 de enero la Knesset entró en un receso electoral que permite suponer que no habrá cambios en la legislación antes del 1° de marzo. "Incluso antes de que la Knesset entrara en receso, el gobierno y la coalición no hicieron ningún intento por promover una legislación que zanje la discriminación flagrante de los hombres solteros o sus cónyuges del mismo sexo", se alegó en una petición presentada ante el Tribunal Superior.
Los peticionarios solicitan ahora que el Tribunal Superior actúe de acuerdo con su propia sentencia, que no espere más al gobierno y a la coalición y próximamente dicte la sentencia definitiva para revocar las disposiciones discriminatorias. "Está absolutamente claro que no se producirá ningún cambio en la legislación hasta el 1 de marzo de 2021. Desde que se acudió por primera vez a los tribunales, ha cambiado la conformación de la Knesset incontables veces, se han reemplazado gobiernos, ministros de salud y asesores legales. Mientras tanto, las personas de carne y hueso son fatalmente dañadas en el corazón de sus derechos constitucionales".
Los peticionarios, Itai y Yoav Pinkas Arad, quienes presentaron la solicitud por primera vez hace 11 años, y Oz Parbin, presidente de la asociación "Padres Homosexuales", añaden: “No hay excusas para no cumplir con la ley de gestación subrogada. La inestabilidad del gobierno no nació con el coronavirus, ni tampoco el maltrato constante del Estado hacia la comunidad LGBT. La Corte Suprema no debe ser solidaria con estos intentos irrespetuosos de demorar el cumplimiento de la ley. Por eso le pedimos que exija la vigencia de la plena igualdad. Ya hemos esperado suficiente”.
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Protestas de la comunidad LGBT en el pasado ante la Ley de Subrogación.
(Adam Kaplan)
La Corte Suprema dictaminó en febrero del 2020 por unanimidad que las parejas del mismo sexo y los hombres solteros con afinidad genética con el recién nacido deben tener acceso a un acuerdo de subrogación en Israel. El tribunal otorgó a la Knesset un período de un año para enmendar las disposiciones discriminatorias de la ley. La Corte estableció que las disposiciones del Acuerdo de subrogación establecidas en la Ley de Transferencia de embriones y la Ley de Donación de Óvulos, que privan a los hombres del mismo sexo y a las parejas del mismo sexo de la posibilidad de realizar un acuerdo de subrogación de vientre, configuran una violación a la igualdad y a los derechos parentales de estos grupos, y resultan inconstitucionales.
El juez Uzi Vogelman, miembro de la Corte Suprema de Israel, escribió en la sentencia que "además de la grave lesión a la dignidad de cada uno de esos hombres que quisieran solicitar un proceso de gestación subrogada y les fuera negado, las actuales disposiciones para la gestación subrogada dañan la dignidad de este grupo en función del mensaje abusivo que les es inherente. El acuerdo actual incorpora percepciones sociales profundas acerca de que la 'maternidad' llevada a cabo por mujeres es preferible y más digna que la 'paternidad masculina', y que una familia compuesta por madre y padre o madre sola es 'superior', 'más digna' y 'deseable' que una familia formada por un solo hombre o dos. Es un mensaje abusivo por parte del Estado, y es un pecado contra su deber básico de respetar la forma de vida y la unidad familiar que cada persona busca para sí misma".
