El Ulpán Etzion, centro de absorción de la Agencia Judía, es uno de los marcos más populares entre los jóvenes que emigran a Israel. Y no solamente por su programa de estudios de hebreo, sino por las citas que se concretan entre los solteros y solteras de todo el mundo que allí forjan su amor: en la última promoción, que incluyó a 216 personas de 40 países, se conocieron y formaron no menos de 16 parejas.
“Tuve que hacer aliá a Israel para encontrar el amor”, dice Dana Rubel, trabajadora social de Nueva York que conoció en el ulpán a su pareja Eitan Amzaleg, un abogado proveniente de Francia. Hasta hace poco separados por un océano, se enamoraron y se comprometieron después de tres semanas. “Fue un amor a primera vista”, cuenta la inmigrante estadounidense. “Nos queremos entre nosotros y queremos a Jerusalem porque nos permitió conocernos”. El casamiento de Dana y Eitan fue programado para octubre y está previsto que parientes de los dos países lleguen a Israel para la celebración. Por supuesto, también asistirán sus compañeros de curso del Ulpán Etzion.
Ezequiel, un economista de Argentina; y Laura, psicóloga de Inglaterra; es otra de las parejas cuyos integrantes se conocieron en el ulpán. “Nos conocimos la primera semana de clases y desde ese momento estamos juntos”, cuentan. “Ahora nos vamos a mudar a Tel Aviv y decidimos vivir en el mismo barrio para seguir estando cerca. Lo pasamos muy lindo en el ulpán, pero lentamente debemos comenzar la vida real en el exterior, tratando de trabajar y progresar en nuestras profesiones”.
Cada año cientos de jóvenes, en su mayoría solteros con formación académica, son recibidos en el Ulpán Etzion. Llegan para construir su futuro familiar y profesional, y viven en este centro de absorción durante los primeros cinco meses de estadía en Israel. En ese lapso aprenden hebreo avanzado, recorren el país, participan de diferentes actividades para familiarizarse con la cultura y sociedad israelí y se preparan para integrarse al mercado laboral.
Ziva Avrahami, directora del ulpán, dice que “a veces me siento como una casamentera. Cuando se conocen acá adentro y tiempo después me invitan a sus bodas me siento un familiar, tanto del lado del novio como de la novia. Es un privilegio dirigir un centro de absorción con una misión que se percibe cada mañana”. Isaac Herzog, presidente de la Agencia Judía, destacó que “es bueno que el romance conecte a judíos de todo el mundo. Los jóvenes que estudian en Ulpán Etzion inician una etapa de su vida junto a nosotros y en Israel. Miles de inmigrantes formaron sus hogares y fortalecieron a la sociedad israelí en todo sentido”.