La Policía de Israel y el Servicio de Seguridad Nacional Shin Bet detuvieron a ocho personas por el asesinato de un hombre judío que murió varios días después de sufrir heridas graves en la cabeza durante los disturbios que tuvieron lugar en todo el país el mes pasado, según los detalles publicados el domingo después de que se levantara el secreto de sumario que regía sobre la causa.
Los sospechosos, seis residentes árabes de Lod y dos palestinos que se encontraban en Israel de forma ilegal, serán acusados de homicidio agravado.
Yigal Yehoshua, de 56 años, murió luego de ser golpeado en la cabeza por un ladrillo arrojado por alborotadores árabes en la ciudad central de Lod el 11 de mayo. Los sospechosos, seis residentes árabes de Lod y dos palestinos que se encontraban en Israel de forma ilegal, serán acusados de homicidio agravado entre otros delitos. Los ocho fueron detenidos en las últimas semanas como parte de una operación conjunta entre el Shin Bet y la Unidad Central de Investigación de la policía.
Según la policía, los acusados decidieron atacar a los judíos mientras la violencia se extendía por todo el país un día después del comienzo de la Operación Guardián de los Muros. Según se pudo reconstruir, los alborotadores erigieron barricadas improvisadas con piedras y contenedores de basura en una calle de Lod con el objetivo de detener la marcha de vehículos de propiedad judía y apedrearlos.
Yehoshua fue alcanzado por un ladrillo en su cabeza y resultó herido de gravedad. Aún así logró conducir varios cientos de metros y se derrumbó cuando al llegar a su casa. Su vehículo chocó con un auto estacionado y un vecino que salió a la calle alertado por el ruido, lo encontró en grave estado. Fue trasladado de urgencia a un hospital donde falleció a causa de las heridas seis días después.
La Fiscalía del Estado presentó este domingo por la mañana un comunicado con la intención de imputar a siete de los sospechosos por homicidio agravado y pidió que sean detenidos hasta el final del proceso.