Sin límites para la concurrencia, los organizadores de los tradicionales festejos de Lag BaOmer en Merón esperan para los próximos días una afluencia de 200 mil fieles, en lo que será el evento masivo más grande del mundo desde el inicio de la pandemia de coronavirus.
Merón, una localidad del norte de Israel en la cual descansan los restos de Rabí Shimón Bar Yojai, será la sede de una celebración que el año pasado contó con pocas decenas de personas. En esta oportunidad se realizará prácticamente sin restricciones, después de una exitosa campaña de vacunación en el país que favoreció la drástica reducción de casos de COVID-19.
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Prácticamente superada la lucha contra el COVID-19, esta semana se celebrará un avento de Lag BaOmer en Merón con unas 200 mil personas.
(AFP)
En ediciones previas a la pandemia asistieron al lugar entre 300 mil y 500 mil personas. Pero en esta oportunidad, por primera vez en 13 años, la festividad de Lag BaOmer comenzará un jueves y continuará el viernes, lo que impedirá viajar hasta Merón a muchos judíos observantes del Shabat.
Shimon Lavi, jefe de la Policía de Israel en el Distrito Norte, afirmó que durante el evento las fuerzas de seguridad no tendrán manera de aplicar las medidas de distanciamiento social sugeridas por las autoridades, pero que en los últimos días se pidió a los organizadores de los traslados que quienes lleguen hasta el sitio presenten el “pasaporte verde” que certifica la vacunación de los israelíes.
El rabino Yosef Schwinger, director del Centro Nacional para el Desarrollo de los Lugares Santos, afirmó que no está preocupado por la aglomeración de gente que supone este evento. “En el sector ortodoxo la mayoría de las personas están vacunadas o ya se recuperaron de coronavirus. Y el 99% de los eventos en el monte Merón se desarrollan al aire libre, así que no es una situación diferente a lo que se pudo observar en los parques del país o lo que ocurre en el Monte del Templo”, dijo, en relación a las peregrinaciones musulmanes en Jerusalem durante los viernes del mes de Ramadan.
Ofir Shmul, a cargo del operativo policial, destacó que la policía israelí lleva meses preparando estas celebraciones y que participarán unos 5 mil agentes. Respecto a la enorme convocatoria que se espera, aseguró que “no llegarán todos al mismo tiempo” y resaltó el trabajo de cooperación con los organizadores del evento.
