Miles de personas llegaron anoche (domingo) a la Plaza Rabin en Tel Aviv para celebrar la juramentación del nuevo gobierno encabezado por Naftali Bennett en reemplazo del primer ministro saliente, Benjamín Netanyahu. Los asistentes festejaron con champán y confeti y agitaron decenas de banderas en el lugar.
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Alegría en la Plaza Rabin por la juramentación del nuevo gobierno y la salida de Netanyahu del poder.
(AFP)
En la plaza se montó un escenario y se presentó una banda musical. Los asistentes no pudieron ingresar a la fuente frente al edificio del ayuntamiento, ya que no hay agua en la misma debido a las obras del tren ligero en la calle Ibn Gvirol. En su lugar, los organizadores llevaron confeti y un cañón de espuma para celebrar una fiesta de la espuma. Con la juramentación del 36º gobierno de Israel, cientos también celebraron fuera de la Knesset. Luego, decenas de personas se dirigieron a la Plaza Dizengoff en Tel Aviv e ingresaron a la famosa fuente ubicada allí.
(Celebración en la fuente de la Plaza Dizengoff)
Por otro lado, unas 100 personas participaron en una manifestación de apoyo al líder de la oposición Benjamin Netanyahu frente a la residencia del primer ministro en Jerusalem. Los asistentes exclamaron: "Vergüenza, gobierno de Hamás y Mansour Abbas (presidente de la facción árabe Raam)", en clara referencia a la coalición que prestó juramento ayer en la Knesset. Netanyahu se dirigió a sus seguidores y les agradeció.
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Manifestación de partidarios de Netanyahu frente a la residencia del primer ministro en Jerusalem.
(Alex Gamburg)
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Festejos en Tel Aviv tras el fin de la votación en la que se aprobó el nuevo gobierno.
(Moti Kimchi)
Como parte de las celebraciones en Tel Aviv, la cantante Achinoam Nini se presentó en la Plaza Rabin. Ella acompañó las protestas contra el primer ministro durante el año pasado y subió al escenario frente a miles de personas. Nini cantó una canción de protesta en la que llamó al primer ministro "Hamán", el visir del Imperio persa bajo el reinado de Asuero en el relato bíblico de Esther y que es percibido por los judíos como el arquetipo del mal y el antisemitismo. En declaraciones para Ynet, la artista reafirmó sus dichos. "No tengo motivos para disculparme. Fue muy emocionante actuar en la Plaza Rabin. Estoy feliz, el nuevo gobierno no es mi sueño color de rosa pero su formación es un título de honor para el país y todos los líderes. El bien de Israel antes que su bien personal", manifestó.
Nini agregó: "No se rindieron a la terrible intimidación e incitación contra ellos que provino desde Netanyahu y su bloque. Veo el legado de Netanyahu como destructivo y terrible para el mundo. Ha hecho un daño terrible al Estado de Israel".
Nurit Gil, una activista de las protestas contra Netanyahu en Tel Aviv, dijo que el año pasado creía que esto sucedería. "El optimismo es una herramienta”, señaló. Y añadió: "Somos parte de la historia. Se dice que un gobierno con opiniones diversas que llega después de una crisis tan grande puede resultar en un gobierno fuerte que traerá cambios y mejoras en la vida de los ciudadanos del país. Es un día de fiesta”.
