El Ministerio de Salud de Israel informó el viernes al mediodía que 499 israelíes fueron diagnosticados con coronavirus en las últimas 24 horas y que cuatro personas murieron por el virus, lo que eleva la cifra de fallecimientos a 313 desde el inicio de la pandemia.
Según los últimos datos en todo el país hay 5.736 pacientes activos, de los cuáles 192 reciben atención en hospitales, 43 de ellos en estado grave y 28 con asistencia de respiradores artificiales.
Como parte de la política del gobierno para atacar grandes focos de contagio, en las primeras horas del viernes se dispusieron fuertes restricciones en barrios de las ciudades de Bat Yam y Ashdod. En estas nuevas “zonas restringidas” se reforzaron controles de acceso, se prohibieron aglomeraciones de más de 10 personas y se dispuso el cierre de instituciones educativas.
Justamente las escuelas israelíes son protagonista de este rebrote de coronavirus que afecta al país: ya se conocieron 909 casos derivados de estos establecimientos, 239 instituciones fueron cerradas y más de 20 mil personas entre alumnos y docentes debieron ingresar en un período de aislamiento preventivo.
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Un oficial de policía despeja la playa en Bat Yam mientras la ciudad reintroduce cierres de coronavirus
(Ynet)
Otro sector que en los últimos días evidenció un aumento de infectados es el ejército israelí, que después de dos meses volvió a superar la barrera de 100 diagnosticados activos. Actualmente dentro de las FDI hay 113 soldados infectados, una cifra 4,5 veces mayor a la registrada hace 10 días cuando los casos eran apenas 21. Producto de esta alza en estos momentos hay 4.461 militares en período de aislamiento.
En función de esta segunda ola de COVID-19, desde el departamento de inteligencia de las FDI el jueves recomendaron al gobierno revisar las políticas de control de la pandemia y advirtieron sobre el aumento de pacientes en grave estado de salud.