Aproximadamente 900 sobrevivientes de la Shoá murieron en 2020, tras enfermarse de COVID-19. Los datos surgen del informe publicado hoy por la Oficina Central de Estadísticas de Israel (CBS, por sus siglas en inglés) con motivo del Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto, que se recuerda mañana.
Según el informe, alrededor de 5.300 sobrevivientes de la Shoá fueron infectados por coronavirus y la tasa de mortalidad fue del 17%, similar al porcentaje de fallecidos entre la población de la misma edad. Entre las mujeres la tasa de mortalidad para pacientes de COVID-19 fue menor que entre los hombres.
El 46% de los infectados por coronavirus entre la población judía de Israel mayor a 75 años, son sobrevivientes de la Shoá, una proporción similar al total de sobrevivientes entre ese grupo poblacional que es de 44%. La morbilidad por coronavirus (el porcentaje de población afectada) entre víctimas del Holocausto es de aproximadamente 3%.
Un total de 179.600 sobrevivientes de la Shoá viven en Israel. Desde principios de 2020, fueron reconocidos unos 3.000 damnificados adicionales y fallecieron 17.000. Los datos indican que el 17% tienen más de 90 años.
Del informe se desprende que el 64% de los sobrevivientes nacieron en Europa, el 11% en Irak y fueron víctimas del pogrom de Farhud en junio de 1941 en Bagdad, el 16% nació en Marruecos y el 2% en Argelia. Alrededor del 40% llegó a Israel en 1951 y más de un tercio en la última ola de inmigración en la década de 1990.
Haifa es la ciudad donde vive la mayoría de ellos, con 12.400 personas. Le sigue Jerusalem con 11.100, Tel Aviv-Yafo 9.900, Ashdod 8.900, Netanya 8.800, Be'er Sheva 7.800, Petah Tikva 7.300, Rishon Lezion 7.100, Bat Yam 6.400, Ramat Gan 5.900, Holon 5.900 y Ashkelon 5.500.