Hay una gran angustia entre los adolescentes y los niños durante la guerra actual y una respuesta profesional insuficiente. Una encuesta anual de 500 psicólogos realizada por el Foro de Organizaciones de Psicología Pública sobre el tema de las solicitudes de atención de salud mental entre adolescentes y niños desde el estallido de la guerra, y la disponibilidad de profesionales, revela una realidad preocupante.
La encuesta indica un aumento en las solicitudes de tratamiento psicológico en este sector de servicios públicos, pero, debido a la carga de la medicina pública, actualmente hay tiempos de espera, que incluyen de seis meses a un año para una cita con un psicólogo.
Un 91% de los psicólogos afirmaron en la encuesta que había un aumento en el nivel de angustia de los niños y jóvenes. Un 86% reportó un aumento en el número de derivaciones para intervención psicológica, mientras que el 77% explicó que hay un aumento en la gravedad de los casos que se derivan. Estos incluyen ansiedad, problemas de conducta, dificultades sociales, depresión, dificultades de aprendizaje, abandono escolar e intentos de suicidio. Al mismo tiempo, los psicólogos también detectaron un aumento de la angustia entre los padres y el personal educativo.
Yifat Sade, uno de los líderes del foro, dijo que los hallazgos revelan un panorama preocupante. "La encuesta también señala una pesada carga para el servicio público –dijo–, con largos tiempos de espera para el tratamiento y el diagnóstico, y porcentajes significativos de consultas que no reciben una respuesta del servicio público, o que reciben sólo una respuesta parcial. Incluso antes de la guerra, los servicios psicológicos públicos sufrían de un servicio deficiente, y ahora es aún más difícil satisfacer la creciente demanda. Los hallazgos indican una necesidad urgente de aumentar los recursos, la infraestructura y el apoyo en el sector de los servicios públicos para hacer frente a la creciente angustia y garantizar una atención adecuada para quienes la necesitan."