Todo estaba listo para el inminente parto de Luisa Elena Goldwasser, de 21 años, quien emigró a Israel el año pasado desde Brasil. Su madre ya había comprado un boleto de avión para llegar al país la semana pasada con el fin de ayudar a su hija con los preparativos antes de la llegada del bebé, que se estima nacerá el próximo mes.
Hasta agosto, Luisa estaba trabajando como vendedora, pero como su embarazo fue definido como de alto riesgo, debió suspender sus actividades laborales y desde entonces se encuentra realizando reposo en su casa de Harish, en el norte del país, donde vive con su prometido, un nueva inmigrante de México. Ninguno de ellos tiene familia en Israel y su hebreo aún no es fluido. Por lo tanto, ambos esperaban que la llegada de su madre a Israel aliviara los temores del nacimiento en un nuevo país.
"¿Por qué mi madre, que está completamente vacunada y tiene todos los documentos necesarios, no puede venir a acompañarme?"
Luisa Elena Goldwasser
Sin embargo, tras el descubrimiento de la variante Ómicron, el gobierno decidió cerrar las fronteras a los extranjeros, razón por la cual los planes de Luisa se complicaron. "Estoy aquí sola, no hay nadie que me ayude", dijo. "¿Por qué mi madre, que está completamente vacunada y tiene todos los documentos necesarios, no puede venir a acompañarme?", agregó la joven.
Luisa no es la única que debe esperar el nacimiento con nerviosismo e incertidumbre. Hace una semana, a los extranjeros se les prohibió ingresar al país por un período de 14 días, salvo por casos excepcionales, como casamientos o bar mitzvá, pero no por partos. En un video producido por la organización Yad LaOlim, decenas de mujeres que emigraron a Israel sin sus padres y que se encuentran en una etapa avanzada del embarazo le enviaron un mensaje a la ministra del Interior, Ayelet Shaked, exigiéndole que cambiara su decisión.
Las embarazadas señalaron que Shaked permitió que las participantes del concurso Miss Universo, que se lleva a cabo en Israel, ingresaran al país, pero prohibió que sus padres pudieran acompañarlas en el momento más importantes de sus vidas. “Nuestras madres también son hermosas. ¿Por qué no se les permite estar a nuestro lado?”, preguntaron las jóvenes en el video. Las inmigrantes exigieron que la ministra agregue los embarazos y nacimientos a los criterios del Comité de Excepciones para que sus padres puedan estar a su lado durante esta importante etapa de sus vidas.
"Vinimos a Israel solos para contribuir al país y hacer el servicio nacional, pero el Estado no se preocupa por nosotros"
Ayala Laub
Ayala Laub, de 28 años, maquilladora, emigró a Israel hace nueve años desde Estados Unidos, tiene tres hijos y se espera que dé a luz al cuarto en unas dos semanas. Los padres de Ayala y de su esposo, quien también es un nuevo inmigrante, no viven en Israel y no los han visto desde hace dos años, desde el inicio de la pandemia. Ahora, la joven teme que nadie pueda ayudarla en la compleja etapa de posparto.
"Esta es una ayuda que necesito tanto a nivel mental como físico", dijo Ayala. "Vinimos a Israel solos para contribuir al país y hacer el servicio nacional, pero el Estado no se preocupa por nosotros. ¿Cómo es posible que se le diga a una madre que no tiene otra familia aquí que sus padres no pueden venir a apoyarla? Nunca imaginé que algo así podría suceder”, expresó llorando.
En respuesta a los reclamos, la Oficina de la ministra Shaked respondió: "La política de entrada a Israel se examina semanalmente y también se evaluará este asunto. Queremos dejar en claro que el objetivo es salvar vidas y no hay duda de que el ingreso de muchos padres al país y su acercamiento a otras personas podría representar un peligro para la salud. Sin embargo, la ministra Shaked ordenó examinar las solicitudes con el Ministerio de Salud. La comparación con el concurso controlado y supervisado de Miss Universo está fuera de lugar".
