Después de que el jefe del Estado Mayor del Ejército, Aviv Kochavi, aprobó las recomendaciones de un comité especializado, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) están implementando una reforma para intensificar su lucha contra el consumo de drogas entre sus filas.
Las FDI declararon que "adoptan una política intransigente debido al papel central de los soldados en la defensa del Estado"
Entre las nuevas sanciones se encuentran la denegación del certificado para combatientes, una constancia que otorga beneficios económicos, y la cancelación de los subsidios al finalizar el período de servicio regular. Los cambios en el reglamento van acompañados de una campaña publicitaria: "¿Drogas blandas? ¡Precios duros!".
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“Drogas blandas, precios duros”, la campaña de concientización de las FDI.
(Unidad Portavoz FDI)
Desde el Ejército sostienen que el objetivo es abordar el fenómeno del consumo de drogas con medios disuasivos, imponiendo sanciones y creando conciencia sobre las consecuencias del consumo dentro y fuera del ejército.
El año pasado las FDI abrieron 1.996 causas por consumo de droga en el ejército: 1.061 en contextos militares, 761 en ámbitos civiles, 161 por tráfico de drogas y 13 casos por cultivo de drogas.
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“Drogas blandas, precios duros”, la campaña junto a las reformas reglamentarias de las FDI.
(Unidad Portavoz FDI)
La reforma fue formulada por el Estado Mayor, órgano ejecutivo de las fuerzas, cuya visión fue que las drogas no tienen lugar en el Ejército. En la actualidad, los soldados condenados por tribunales militares están sujetos a penas de prisión, degradación de su cargo y medidas civiles como la suspensión de la licencia de conducir.
Las FDI declararon que "adoptan una política estricta e intransigente hacia el consumo de drogas, debido al papel central de los soldados de las FDI y sus comandantes en la defensa del estado y sus residentes, y la responsabilidad al portar el uniforme”.
