Un bebé de ocho días fue ingresado en el Campus de Atención Médica Rambam de Haifa en estado grave, el lunes, después de que se le practicara una circuncisión que salió mal.
El niño fue llevado de urgencia a una sala de cirugía de emergencia. Los médicos del hospital del norte de Israel describieron el incidente como extremadamente raro en su gravedad.
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El mohel que hizo la circuncisión tenía mucha experiencia, dijo la familia del bebé.
(Shutterstock)
"La familia [del niño] dijo que el mohel (circuncidador) tenía experiencia y había circuncidado también a su hijo mayor", dijo a Ynet el doctor Akram Assadi, urólogo principal de Rambam. El mohel no se unió a la familia en el hospital.
Según Assadi, el recién nacido llegó con una amputación y una lesión sustancial en los genitales.
"Hemos visto muchos casos a lo largo de los años, pero como médico en ejercicio durante veinte años no puedo recordar un caso tan grave", señaló el doctor Assadi. "Es difícil imaginar que tal lesión fue causada por la circuncisión –agregó–. Después de llegar aquí, el bebé fue operado por tres cirujanos para tratar de coser y parchear lo que fuera posible, porque también había daños en los vasos sanguíneos".
Assadi señaló que la vida del niño no estaba en peligro y que tales lesiones después de la circuncisión son posibles, pero hay formas de minimizar el riesgo.
"No sé qué experiencia tuvo este mohel, pero se recomienda elegir un mohel altamente experimentado. La circuncisión es una operación quirúrgica y a veces el entrenamiento no siempre es profesional", expresó.
"Vemos muchas circuncisiones incompletas y niños que sufren sangrado después de la circuncisión, abrasiones y lesiones de un tipo u otro. Mucho daño. A veces el entrenamiento al que se someten los mohels no es el ideal. Es importante tener en cuenta que muchos mohels también son médicos capacitados y otros son excelentes urólogos. Es esencial elegir el mohel correcto". añadió el especialista.
