Cientos de bomberos israelíes protestaron por la exigencia de las autoridades de quitarse la barba, una medida que comenzará a regir en noviembre y pone en peligro a numerosas fuentes de trabajo.
“De repente, después de tantos años de salvar vidas, me piden que cambie mi apariencia y actúe en contra de mi tradición”, afirma L., un bombero de 22 años en el oficio y 30 años dejándose crecer la barba “por razones religiosas y una larga tradición familiar”.
La Organización de Trabajadores de Bomberos que encabeza la protesta señaló que de los 2.200 bomberos que existen en Israel casi el 15% tiene barba, la mayoría de ellos por sus creencias religiosas judías o musulmanas, y que sus trabajos corren peligro debido a una medida que empezará a regir el 1 de noviembre.
Basado en el fallo de un tribunal de Tel Aviv, el Comisionado de Bomberos y Rescatistas de Israel argumenta que “el vello facial afecta la protección de la máscara y pone en peligro a la vida de los bomberos”, y que la decisión se basa en “instrucciones del fabricante de las máscaras, las normas internacionales de seguridad más estrictas del mundo, experimentos en laboratorios y las opiniones profesionales de los mejores expertos israelíes del Ministerio de Defensa y el Instituto de Investigaciones Biológicas”.
La Organización de Trabajadores de Bomberos que encabeza la protesta señaló que de los 2.200 bomberos que existen en Israel casi el 15% tiene barba, la mayoría de ellos por sus creencias religiosas judías o musulmanas.
Sin embargo, los bomberos que se oponen a la medida están seguros de que existen soluciones alternativas y que detrás de la demanda hay otro motivo: endurecer la disciplina del cuerpo de bomberos y equipararse al ejército. Los manifestantes temen que la entrada en vigencia de la norma obligará a cientos de bomberos a trasladarse a un puesto administrativo, forzará renuncias o inclusive derivará en despidos.
“En los últimos años la gestión impuso una agenda que busca cambiar la naturaleza del cuerpo de bomberos, quieren imponer una disciplina como la del ejército y eso no funciona, aquí hay trabajadores que ya tienen muchos nietos”, explica L., quien entiende que si la situación no cambia los bomberos afectados tomarán un mismo camino: “300 bomberos van a renunciar y volver a sus casas, sus familias se quedarán sin el pan, después de muchos años de hacer todo lo posible por salvar vidas”.
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El Comisionado de Bomberos argumenta que el vello facial afecta la protección de las máscaras reglamentarias y ponen en peligro a los bomberos.
(Niv Art)
Quienes encabezan la protesta exigen a Omer Bar Lev, ministro de Seguridad Interior, que derogue esta ordenanza que según ellos viola la libertad de culto sin justificación. Desde el ministerio buscan posponer su implementación hasta que el tema sea reexaminado por el próximo comisionado de bomberos, que debe asumir sus funciones dentro de tres meses.
La protesta de este jueves frente al edificio del Comisionado de Bomberos también se trasladó a las redes sociales bajo el lema “Las barbas de los bomberos no son peligrosas”. Allí el bombero Itamar Fisher aseguró: “No tiene sentido que un estado democrático decida cortar la barba de 300 ciudadanos”.