"Me cuesta creer que la cadena decida poner fin a su franquiciado en Israel, es un evento a un nivel que el presidente Biden tendrá que abordar. Todo esto es desconcertante. Tal vez alguien en la sede de McDonald's en Illinois no entienda las implicaciones para el público israelí", dijo una figura de alto rango en el mundo de los negocios tras la decisión de McDonald's Global de adquirir la franquicia en Israel de Omri Padan, quien trajo la cadena de comida rápida al país hace más de 30 años.
"Esto es como un terremoto. He estado en el negocio de franquicias internacionales durante muchos años, y no recuerdo un caso en el que la cadena adquiriera al franquiciado local y no al revés", continuó.
"Por lo general, la cadena no anuncia cambios de propiedad antes de encontrar un franquiciado alternativo. No me sorprendería si, dentro de unos meses, nos enteramos de que algún fondo de inversión de Abu Dhabi o de Emiratos adquirió la franquicia, tal vez en asociación con un fondo británico", consideró la fuente.
En cualquier caso, el anuncio del acuerdo, que entrará en vigor en unos meses, se publicó poco después de que el CEO Global de McDonald's, Chris Kempczinski, afirmara que se habían causado daños significativos al negocio de la cadena debido al apoyo de la filial israelí a las FDI y la donación de 10.000 comidas gratis a los soldados durante la guerra. Según la CNBC, las ventas de las franquicias de McDonald's en varios países árabes se desplomaron entre un 50% y un 90% un mes después del boicot, lo que llevó finalmente a la decisión de adquirir la actividad de Padan.
Otro conocedor de la industria lleva la historia en una dirección diferente. "Omri Padan tiene 72 años, y puede ser que se cansó y es hora de que renuncie. Siempre ha sido un franquiciado independiente que mantuvo sus opiniones en contra de la cadena global y no se dejó disuadir por las controversias", expresó la fuente.
"Es uno de los pocos que logró convencer a la cadena para que adaptara el menú al paladar israelí y asara las hamburguesas en lugar de freírlas. Se negó a abrir sucursales más allá de Cisjordania. Hoy es multimillonario y posee, entre otras cosas, un hotel en Mykonos y una parte de uno en Francia. Tal vez simplemente cobró. No es fácil operar una cadena a tal escala. Puede ser que los desacuerdos sobre la guerra lo llevaran a decir: 'Tómalo, las llaves están sobre la mesa'", añadió el entrevistado.
"Me resulta difícil creer que esta medida tenga como objetivo evitar acciones como las donaciones a las FDI. Si es así, la cadena se enfrenta a un peligro. Negarse a hacer donaciones o beneficios a los soldados provocaría indignación pública y boicots en Israel. No veo que la cadena quiera heredar un problema así y mantener la propiedad. Es probable que vendan a un fondo o a un inversor. Probablemente ya haya una línea de partes israelíes interesadas, dado el alto valor de la franquicia", consideró.
La última vez que McDonald's Israel publicó datos financieros fue en 2018, durante una petición de su competidor Burger Ranch, en la que se informaba de una facturación de 900 millones de shekels (243 millones de dólares) de 186 sucursales. Ahora posee 225 sucursales, y se estima que sus ingresos alcanzan los 1.600 millones de shekels (432 millones de dólares).
