Se espera que el gobierno extienda la orden de evacuación para los 60.000 residentes de la zona fronteriza norte al menos hasta el 7 de julio, según supo Ynet este domingo.
La Oficina del Primer Ministro se encuentra considerando retrasar más esa fecha, hasta agosto, lo que genera expectativas de guerra con Hezbolá.
La decisión pendiente está en línea con las demandas de jefes de gobiernos locales después de una extensión de dos meses.
La orden tiene en cuenta el final del año escolar después de que el ministro de Educación, Yoav Kisch, dijera que estaba comprometido a permitir que niños permanezcan en las escuelas a las que asisten actualmente en lugar de obligarlos nuevamente a mudarse.
Un alto funcionario de la Oficina del Primer Ministro reveló que si las consideraciones de seguridad lo permiten, los residentes evacuados podrían regresar a sus hogares antes y que se podría esperar cierta certeza en los próximos meses. Hasta entonces, el gobierno seguiría pagando su estancia en hoteles o cubriendo el coste del alquiler de sus alojamientos temporales.
Los funcionarios de seguridad entienden que no se puede lanzar una ofensiva militar contra Hezbolá debido a la oposición de Estados Unidos y Francia, que esperan llegar a un acuerdo diplomático que elimine al grupo terrorista respaldado por Irán de la frontera con Israel.
Los intercambios de disparos a través de la frontera hasta ahora se mantuvieron dentro del límite mutuamente aceptado de no más de 6 kilómetros de la frontera, un área en su mayor parte evacuada en el lado israelí. Mientras tanto, las FDI atacan la infraestructura terrorista en el sur del Líbano para exigir un precio a Hezbolá por su fuego contra Israel.