El plástico está en todas partes: en las tiendas, en los hogares, en el mar y en las playas. Y en Israel, los vasos, platos y cubiertos desechables son un elemento básico del hogar en muchos hogares. Es parte de la cultura y, desafortunadamente, también es parte de la naturaleza.
Cada año los israelíes gastan más de u$d 500 millones en artículos de plástico. Y, a pesar de las preocupaciones ambientales y de salud, el primer punto en la agenda del recién instalado ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, fue hacer que el plástico de un solo uso sea más barato, cumpliendo una promesa de campaña hecha a la comunidad ultraortodoxa de Israel.
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Cada año, los israelíes gastan 500 millones de dólares en productos de plástico.
(Shutterstock)
Los estudios colocan repetidamente a los israelíes entre los principales líderes mundiales en el uso de plástico desechable per cápita, utilizando casi cinco veces más por persona en comparación con los residentes de la Unión Europea, según un comunicado del Ministerio de Protección Ambiental.
A finales de 2021, el gobierno anterior de Israel introdujo un impuesto sobre los artículos de plástico de un solo uso en un intento de reducir los desechos plásticos del país. Pero, aparte de los factores ambientales, el uso de plástico desechable en Israel también tiene un componente cultural y político significativo.
Según Pnina Pfeuffer, directora ejecutiva de la organización The New Haredim, la forma en que se impusieron los impuestos fue extremadamente problemática.
"Los impuestos fueron vistos como una forma de ataque a la población haredi que usa plástico desechable más que otros sectores. Tienen familias más grandes, más comidas de Shabat, celebran más ocasiones, por lo que usan muchos artículos desechables", expresó.
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Los judíos ultraortodoxos reclamaban el abaratamiento de los plásticos de un solo uso, y el gobierno se los concedió.
(Gil Nechoshtan)
Un informe parlamentario de finales de 2021 encontró que las familias haredi (ultraortodoxas), a menudo de comunidades de bajos ingresos, usan tres veces más artículos de plástico que el resto de la población. El impuesto se introdujo de un día para otro, sin ninguna educación o información, señala.
"Este es un tema importante, porque es un símbolo de la relación de este gobierno pasado con los partidos haredí y el público haredí", dijo, y continuó: "Tiene un gran impacto. Imagínese: la familia haredi promedio es de nueve personas, seis o siete hijos y dos padres. Tienen al menos tres comidas en Shabat donde todos están en la mesa. Además, a menudo hay invitados, y un promedio de tres platos con cada comida. . . Eso es alrededor de 100 platos, sin incluir vasos, cubiertos y platos para servir. ¡Es como tener una comida de Acción de Gracias tres veces a la semana!"
Los precios más altos de los productos plásticos desechables golpean los bolsillos de muchos israelíes, causando una caída del 50 por ciento en el uso de dicho plástico, según el Ministerio de Protección Ambiental.
Los desechos plásticos son el mayor problema de contaminación en las playas de Israel. Entre el 70 y el 90 por ciento de los desechos que se encuentran en el mar y la arena son plásticos desechables. Y las playas de Israel, las de Tel Aviv y sus alrededores en particular, se encuentran entre las más contaminadas por plástico en toda la región mediterránea.
La organización ambiental Plastic Free Israel está detrás de la limpieza de muchas playas pequeñas y grandes, y notaron una diferencia significativa. Según Evelyn Anca, una de las codirectoras, los impuestos del año pasado produjeron una reducción del 18 por ciento de los desechos plásticos en las playas.
Preocupa que ahora, con el levantamiento del impuesto y los precios más bajos, los israelíes vuelvan corriendo a las tiendas y se olviden de las consecuencias, y que cualquier progreso logrado el año pasado se revierta.
"El plástico de un solo uso es malo. Es malo para el medio ambiente, para la salud humana, se convierte en pequeños trozos de microplástico que dañan las vías fluviales, la vida silvestre. También se encontró en nuestros cuerpos, en los pulmones humanos, en la leche materna, en nuestro sistema sanguíneo, en el sistema digestivo. No necesitamos más evidencia. Está ahí. Y una gran parte es que estamos comiendo y bebiendo de plástico de un solo uso", explicó Evelyn.
Según científicos y ambientalistas, el precio barato del plástico hoy en día sólo es más barato a corto plazo. Porque los bajos precios ocultan el verdadero costo del plástico, no sólo para el medio ambiente, sino también para la salud humana.
El profesor de epidemiología y presidente de la Asociación de Médicos de Salud Pública de Israel, Hagai Levine, advirtió que los humanos de hoy y en las próximas generaciones son los que pagarán el verdadero precio de las cantidades masivas de plástico en nuestra vida cotidiana.
Señaló la conexión entre la contaminación química en el útero, en particular de los ftalatos que se encuentran en el plástico, y las preocupantes tendencias mundiales de la disminución del recuento y la calidad de los espermatozoides, así como el desarrollo del cerebro fetal.
El profesor Levine dijo que el cambio llevará tiempo y requiere no sólo educación sino también soluciones alternativas. Los impuestos son sólo una parte de la respuesta, dijo. "Lo que necesitamos es un enfoque integral para abordar el problema de los plásticos. Primero debemos aceptar que existe un problema con el plástico, y que algunos de los elementos permanecerán durante muchos, muchos años y no sólo nos contaminarán a nosotros y a los animales, sino que también afectará a las próximas generaciones. Tenemos que tomar medidas, pero también tenemos que encontrar reemplazos", explicó.
Hasta entonces, los científicos continuarán encontrando y presentando más evidencia, las organizaciones ambientales continuarán presionando por el cambio, y los voluntarios continuarán limpiando las montañas de plástico que contaminan nuestra naturaleza y nuestra salud.
