Natalie Ziskin había entregado comida a su hermana el viernes, como lo hacía todas las semanas, mimándola en su turno de fin de semana. Unas horas más tarde, Natalie habló con Angelika por teléfono. No sabían que sería la última vez que hablarían.
Un palestino armado palestino mató a tiros a Natalie, a su esposo y a otras cinco personas un viernes por la noche en un vecindario de Jerusalem Este.
"Todavía miro mi teléfono, preguntándome por qué no me ha llamado hoy", contó Angelika Mori, sollozando. "Estábamos tan apegadas; hablábamos 20 veces al día. Mi hermana lo era todo para mí", añade angustiada.
En las últimas semanas, la violencia entre israelíes y palestinos se ha intensificado. Desde principios de año, 14 israelíes han sido asesinados, en tanto 80 palestinos perdieron la vida a manos de las fuerzas israelíes. Según las fuerzas militares israelíes, muchos de los fallecidos palestinos eran militantes armados, aunque también ha habido muertes de civiles.
Las muertes han dejado destrozadas a las familias de ambos lados, y tratando de seguir la rutina de su vida a pesar del dolor.
Ha pasado un mes desde la muerte de Yaakov (Yanki) Yisrael Paley, de 6 años, y su hermano Asher (Oshy) Menahem, de 8 años, quienes fueron asesinados mientras esperaban un autobús en Jerusalem. Un asaltante palestino se estrelló contra la parada con un automóvil, matándo además a Alter Shlomo Lederman. El padre de Yaakov y Asher resultó gravemente herido en el ataque y tan sólo recientemente fue dado de alta del hospital.
De acuerdo con las costumbres judías de luto, durante los primeros siete días después del entierro los visitantes vienen a la casa de quienes están de luto y presentan sus respetos. Se llama shiva, "siete" en hebreo. Dvori Paley, la madre de los niños, se sentó en la casa e hizo que muchos se sorprendieran de su comportamiento estoico. Judía ultraortodoxa, a Paley se le preguntó repetidamente si estaba enojada con el Dios en el que cree. Su respuesta siempre fue "No".
Dvori, que actualmente se encuentra en el hospital cuando se acerca el nacimiento de su hijo número 10, celebró su cumpleaños número 40 durante la shiva. No hubo celebración.
Al final del período de shiva, Dvori habló con más de 1.000 mujeres en una sala de convenciones en Jerusalem.
"Después de encontrar la fuerza para identificar el cuerpo de Yaakov, le pedí a Dios: por favor, no hagas este sacrificio en vano. Nadie me preguntó si podían ser tomados, pero si esto es un sacrificio público, entonces este sacrificio necesita significado y propósito", dijo a la audiencia mientras lloraba. El evento también fue transmitido en vivo a más de 80,000 espectadores.
"¿Qué podemos hacer para que ya no experimentemos esto?", preguntó un Dvori de voz suave en la convención.
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Funeral de Yaakov Yisrael Paley, de 6 años, atropellado durante un ataque terrorista en Jerusalem.
(Liran Tamari)
Esta semana marca el sheloshim ("30" en hebreo), el final de un período de luto de un mes. Riki Siton, una amiga cercana de Dvori que ha trabajado con ella durante 20 años, se encontró preocupada por cómo conmemorar a los niños.
"Me di cuenta en medio de la noche", dijo Siton. "Necesitamos 40 salas de estar en casas de mujeres, 40 casas abiertas que acojan a mujeres de todos los ámbitos de la vida para hablar sobre una de las principales cosas en las que Dvori creía: estar agradecida. Todas las mujeres, sin importar de dónde vengan, pueden identificarse con eso". El número 40 fue elegido para conmemorar el cumpleaños de Dvori.
Dvori trabaja en Ayelet HaShachar, una organización sin fines de lucro que trabaja para unir a mujeres religiosas y no religiosas en Israel.
En un momento en que los israelíes están profundamente divididos sobre el futuro del país, Dvori se convirtió rápidamente en un símbolo para muchos, cruzando fronteras que muy a menudo existen en la sociedad.
A partir del domingo y durante toda la semana, más de 100 mujeres abrirán sus hogares en memoria de Yaakov y Asher. La respuesta fue mucho mayor que las 40 que se propusieron los organizadores, y también habrá jornadas de puertas abiertas en países fuera de Israel. El objetivo es ayudar a los participantes a ser agradecidos y centrarse en las cosas positivas de sus vidas.
"En los medios de comunicación, sólo escuchas sobre lo que nos divide. Nuestro objetivo es hablar sobre lo que nos une y estar agradecidos por lo que tenemos", dijo Ayellet Ben Zaken, una maestra de literatura que también tiene licencia como consejera de procesamiento de lenguaje natural para mujeres. "El punto es mostrarle a la gente que todos somos parte de algo más grande".
"El dolor es el mismo dolor, y una madre es una madre, pero para Dvori, al menos, quería que su sacrificio significara algo, que trajera una voz unificada", agregó Ben Zaken.
Los israelíes no sólo están profundamente divididos sobre las reformas judiciales que el gobierno actual intenta votar en la Knesset, sino también sobre la respuesta a la reciente escalada en el conflicto con los palestinos. Esas cuestiones no han sido tocadas en gran medida por las mujeres, aunque son conscientes de que pueden surgir cuestiones tan polémicas.
"Esta fue la primera elección en la que voté en años", dijo Ziskin, hablando sobre las últimas elecciones generales celebradas en Israel a fines del año pasado. "Voté por Bibi [el primer ministro Benjamin Netanyahu] y estoy muy decepcionada. Prometió seguridad, ¿dónde está nuestra seguridad?" Ziskin, quien ahora debe cuidar a su madre enferma sin la ayuda de su hermana, dijo que ninguna de las dos votará en las próximas elecciones.
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Izquierda: Itamar Ben-Gvir porta consigo su plan antiterrorista. Derecha: primer ministro Benjamín Netanyahu.
(Gilad Cohen, Avi Mandelbaum)
"Estoy decepcionada y enojada; todos nos han dejado solas", agregó. Angelika llegó a Israel desde Rusia en 1990 con su familia. "Nunca he estado tan herida por este país como ahora", expresó Angelika.
Israel está ahora atravesado por un acalorado debate público sobre el futuro de su sistema judicial. Los picos de violencia son un recordatorio continuo de que persisten otros desafíos.
"Debido al discurso que es tan polarizante, necesitamos esta conexión ahora", señaló Ben Zaken. "Estoy muy molesto por el lenguaje duro que se está utilizando, la sensación de distancia. Al final, somos hermanos y nuestros enemigos están felices de vernos divididos".
Antes de una semana en la que se planean más protestas masivas contra el gobierno, los hogares de las mujeres en todo el país se harán eco de un tipo diferente de diálogo.
"Podríamos pensar de manera diferente, pero no tiene sentido que haya tanta distancia entre nosotros. Hay más cosas que tenemos en común que no", dijo Ben Zaken. "Queremos que la gente levante la cabeza, salga de sus zonas de confort, mire a su alrededor y vea las cosas importantes", añadió.
"Podemos pensar de manera diferente, pero no tiene sentido que haya tanta distancia entre nosotros"
Sin embargo, todavía hay tristeza. "Ni siquiera puedo describir cuánto extraño a mi hermana", lloró Angelika. "La extraño, la extraño, la extraño tanto. No sé cómo volver a mi vida normal", relató.
Entre lágrimas, Paley trata de ver lo bueno en los pocos años que tuvo con los niños que perdió trágicamente. Ella deja a su audiencia con un mensaje. "Recuerden cuidar a sus hijos; manténgalos a salvo", suplicó.
La semana pasada, después de un largo día de manifestaciones, un hombre armado palestino abrió fuego en Tel Aviv e hirió a tres israelíes. Uno de ellos todavía está luchando por su vida en el hospital. Las fuerzas militares israelíes continúan sus incursiones diarias en los territorios palestinos en un intento de detener los ataques y la fricción entre las partes beligerantes no termina. Es un ciclo interminable que ha plagado la región durante décadas.
