Familiares de rehenes, del Foro Tikvah.
Familiares de rehenes, del Foro Tikvah.
Uri Davidovitch
"180 días es demasiado, y debería haber quedado atrás". Ditza Or, madre de un secuestrado.

Familiares de secuestrados, de derecha, hicieron pública su posición

Exigieron el fin de las manifestaciones violentas celebradas frente a la residencia de Netanyahu y pidieron al primer ministro que aumente la presión sobre Hamás.

Ynet |
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Las familias derechistas de los secuestrados del Foro Tikvah celebraron una conferencia de prensa el miércoles por la noche en la plaza de rehenes en la que exigieron a Netanyahu que aumente la presión militar y a Hamas, y se pronunciaron en contra de las tormentosas manifestaciones de los familiares de los secuestrados, a la sombra dela celebrada anoche cerca de la residencia del primer ministro Benjamin Netanyahu en Jerusalén. A la declaración asistieron, entre otros, madres, padres y hermanos de los secuestrados.
Zvika Mor, cuyo hijo Eitan fue secuestrado, dijo: "En los últimos días hemos visto un aumento de las manifestaciones contra el gobierno. Estamos en guerra y amenazan con incendiar el país. El enemigo ve que estamos gritando un acuerdo ahora y Sinwar está volviendo a su silla, tiene tiempo. Venimos a decir que exigimos que esta historia se detenga. No estamos dispuestos a aceptar ninguna separación en tiempos de guerra. No romper las reglas de la democracia".
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Familiares de rehenes, del Foro Tikvah.
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"180 días es demasiado, y debería haber quedado atrás". Ditza Or, madre de un secuestrado.
(Uri Davidovitch)
"Hay derecho a manifestarse, pero hay una diferencia entre una manifestación y el anarquismo. No estamos dispuestos a aceptar el anarquismo. Hemos venido a pedir que se ponga fin a esto". Y agregó: "La principal palanca del Estado de Israel es la guerra. Cuando Sinwar sintió las cadenas del tanque sobre su cabeza, vino a hablar con Israel sobre el acuerdo. Desde entonces, la guerra se ha intensificado y desde entonces el negocio se ha estancado. Vinimos aquí para exigir que el primer ministro y el gabinete de guerra vuelvan a una guerra intensa, como sabe hacer el Estado de Israel. Eso es lo que nos traerá a los secuestrados".
Ditza Or, madre de Avinatan, quien fue secuestrado junto a su pareja Noa Argmani, dijo: "Es increíble que hayamos llegado a los 180 días. Eso es demasiado, y ya debería haber quedado atrás. Si hubiéramos continuado con el mismo impulso que usted comenzó, primer ministro, todo el mundo estaría hoy en casa". El padre de Avinatan se pronunció en contra de los familiares de los secuestrados que participan en manifestaciones antigubernamentales: "La gente política se aprovecha de ellos y les dice que vengan a manifestarse porque eso hará que Benjamín Netanyahu consiga el acuerdo. Se están aprovechando".
Luego se dirigió a Netanyahu: "Deja a un lado a todos tus consejeros, que causaron todo este lío, y sal con un ejército fuerte a Rafah y Filadelfia y aplástalos hasta que supliquen de rodillas".
"Deja a un lado a todos tus consejeros, que causaron todo este lío, y sal con un ejército fuerte a Rafah y Filadelfia y aplástalos hasta que supliquen de rodillas"
Más temprano, activistas de la protesta y familiares de los secuestrados llegaron al pleno de la Knesset y comenzaron una manifestación para pedir la liberación de los rehenes cautivos de Hamas y un receso de verano. Los manifestantes gritaron a los miembros de la Knesset y untaron pintura amarilla en los derechos de la galería para simbolizar a los secuestrados.
La ministra Idit Silman expresó su descontento por las protestas de Ayalon, y expresó que "los neumáticos que se queman emiten gases de efecto invernadero y cancerígenos para los ciudadanos del Estado de Israel", a lo que los activistas respondieron: "¿A quién le interesa? Estás hablando de gas y los secuestrados no tienen oxígeno". Los activistas también gritaron: "No habrá pausa hasta que regrese hasta el último secuestrado".
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Familiares de rehenes, del Foro Tikvah.
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(Uri Davidovitch)
Se trató de evacuar a los activistas y familiares de los secuestrados que habían iniciado la protesta, pero insistieron en quedarse, e impidieron que los miembros de la Knesset volvieran a la agenda. Entre otras cosas, coreaban: "¡No irán al recreo a nuestra costa!" mientras los trabajadores limpiaban las impresiones al gouache que los activistas habían puesto en el vidrio.
El portavoz de la policía anunció oficialmente hoy que "contrariamente a los informes erróneos e irresponsables, debe enfatizarse que en ningún momento hubo ningún peligro para el primer ministro y su familia" después de la tormentosa manifestación de anoche en las inmediaciones de su casa. No obstaten, la misma policía señaló en su apelación ante el tribunal de distrito de la ciudad contra la decisión de liberar a tres sospechosos de estar involucrados en los disturbios: "Este es un evento que recuerda las imágenes de un golpe violento en países dictatoriales, al final del cual el gobernante fue llevado a la calle y/o asesinado frente a todos o golpeado. Y, en cualquier caso, fue destituido de su cargo por una turba enfurecida y violenta".
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