Cuando se cumplen seis meses del secuestro de la ciudadana israelí Elizabeth Tsurkov en Irak, dos senadores estadounidenses expresaron su profunda preocupación por su seguridad en una carta dirigida al Secretario de Estado, Antony Blinken, en la que le instan a actuar de inmediato.
Los dos senadores demócratas, Bob Menéndez y Cory Booker, pidieron a la Casa Blanca que aprovechara la sólida y actual relación con Irak para abordar el secuestro de Tsurkov y subrayaron la importancia de plantear su caso en todas las oportunidades disponibles y a través de diversos canales.
Ambos representan al estado de Nueva Jersey, donde se encuentra la Universidad de Princeton, a la que la joven israelí asistió. En el pedido, señalaron que Tsurkov, de 36 años, se encuentra en una situación especialmente vulnerable debido a su doble nacionalidad israelí y rusa.
Israel está limitado en su capacidad de presionar por la liberación de Tsurkov, ya que no tiene relaciones diplomáticas con Bagdad porque Irak no reconoce al Estado judío. Y Rusia no hizo nada hasta ahora para abogar por la liberación de Tsurkov, ya que criticó abiertamente la invasión rusa de Ucrania.
Además, los eurodiputados exigieron a la comisión un informe sobre los esfuerzos realizados para su liberación en un plazo de 30 días.
Tsurkov fue secuestrada a la salida de un café de Bagdad por Kata'ib Hezbollah, una poderosa milicia chiíta de Irak financiada y armada por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán.
Esta milicia en particular tiene un historial de atentados que causaron la muerte de soldados estadounidenses en Irak, lo que llevó a la Casa Blanca a calificarla de organización terrorista. A pesar de esta designación y de la relación entre Washington y Bagdad, la milicia sigue recibiendo financiación del gobierno iraquí y se cree que ejerce una influencia significativa dentro de la cadena de mando del país.
Quedan numerosas cuestiones sin resolver, y altos funcionarios de Jerusalem subrayaron que el proceso para conseguir la liberación de Tsurkov puede prolongarse durante varios meses o incluso años. En julio, el portavoz del gobierno iraquí confirmó que se estaba llevando a cabo una investigación sobre el incidente. Sin embargo, el portavoz afirmó que "debido a la naturaleza significativa y a las complejidades del caso, no se emitirá ninguna declaración oficial hasta que concluya la investigación y se llegue a conclusiones definitivas".
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Elizabeth Tsurkov, la ruso-israelí que fue secuestrada hace meses en Irak por hombres armados del grupo proiraní Hezbolá.
(Ynet)
Desde entonces, no se facilitaron más actualizaciones ni anuncios sobre el asunto.
Tsurkov, que habla árabe con fluidez, había visitado Irak hasta en diez ocasiones como parte de su investigación académica. En su décima visita, que comenzó el 19 de marzo, se comunicó con el instituto de investigación de Washington donde trabajaba con una beca. Durante esta conversación, expresó su intención de interrumpir su trabajo de campo. Una semana después, el 26 de marzo, fue secuestrada.
Esta semana se firmó un acuerdo de intercambio de prisioneros, que supuso la liberación de cinco presos estadounidenses a cambio de cinco iraníes encarcelados en Estados Unidos. Además, Teherán recibió fondos previamente congelados, por un total de 6.000 millones de dólares, que llevaban retenidos varios años.
Tsurkov, sin embargo, no estaba incluida en este acuerdo.
Emma, hermana de Elizabeth e investigadora de la Universidad de Stanford, escribió en X (antes Twitter): "Mi hermana fue secuestrada en Bagdad mientras realizaba una investigación aprobada y financiada por Princeton. Sus secuestradores se benefician de la ayuda militar estadounidense. EEUU debería exigir a las autoridades iraquíes que la liberen".
Un portavoz del Departamento de Estado estadounidense respondió: "No haremos comentarios sobre las acciones previstas por los miembros del Congreso. Como hemos declarado anteriormente, condenamos su secuestro y estamos siguiendo de cerca este caso".