Las autoridades sanitarias israelíes informaron este lunes sobre una nueva variante de COVID, llamada BA.2.86, que fue apodado por los científicos en las redes sociales como "Pirola". Fue detectada después de ser identificada y secuenciada en el laboratorio del centro médico de Tel Aviv Sourasky.
La variante, que está siendo rastreada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Centro de Control de Enfermedades estadounidense (CDC), también se detectó en el Reino Unido, Dinamarca y Estados Unidos.
Reuters informó el fin de semana de que la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (UKHSA) confirmó el primer caso de la variante BA.2.86 de COVID-19 en el país, en una persona sin antecedentes recientes de viaje.
La noticia suscitó la preocupación de algunas autoridades sanitarias para que se reanude el uso de mascarillas como protección.
La nueva variante presenta al menos 36 mutaciones, un patrón característico de los virus que evolucionaron bajo la presión de los anticuerpos en infecciones humanas crónicas, siendo Omicron el ejemplo más destacado.
Las autoridades sanitarias israelíes señalaron que las nuevas vacunas contra el COVID, que estarán disponibles el mes que viene para ser administradas a los israelíes de edad avanzada, inmunodeprimidos y en situación de riesgo, podrían no proporcionar un escudo contra la nueva variante si se propaga rápidamente, pero con la tecnología del ARNm, las vacunas pueden modificarse en cuestión de semanas para responder a la nueva amenaza, aunque todavía no hay información sobre la capacidad de propagación de la variante o la gravedad de la enfermedad que podría causar.
"La variante tiene muchas mutaciones y nos recuerda el cambio que sufrió el virus COVID cuando pasó de la variante Delta a la cepa Omicron, y de nuevo nos enfrentamos a una variante de la que sabemos poco", declaró el Dr. Cyrille Cohen, Jefe del laboratorio de Inmunoterapia de la Universidad Bar Ilan.
Los hospitales israelíes informaron de un aumento de las hospitalizaciones en las últimas semanas.
