El gobierno de Israel lanzó este jueves la campaña de la tercera dosis de la vacuna contra el coronavirus, en una conferencia especial que contó con la presencia del primer ministro Naftalí Bennett junto a Nitzan Horowitz, ministro de Salud.
Pese a que la FDA estadounidense todavía no lo aprobó, la decisión de indicar una tercera dosis de la vacuna se tomó por recomendación del equipo de epidemiólogos que asesora al Ministerio de Salud, y con el objetivo de reducir los contagios producidos por la variante Delta. “El aumento de los casos graves en personas vacunadas es significativo”, explicó Nachman Ash, director general del ministerio. “La cepa Delta es más resistente a las vacunas, y además notamos que las vacunas reducen su eficacia con el paso del tiempo”, agregó.
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Bennett: "Llamen a sus padres y abuelos, asegúrense de que reciban la tercera dosis lo antes posible".
(Ynet)
La tercera dosis está indicada para los israelíes mayores de 60 años que hayan recibido la segunda inyección hace más de cinco meses. “Insto a los adultos que recibieron la segunda dosis que vayan a aplicarse la tercera, esto los protegerá de enfermedades graves y de la muerte”, afirmó Naftalí Bennett, primer ministro israelí.
A partir del domingo la población indicada podrá acceder a esta nueva inyección, aunque oficialmente la campaña comenzará el viernes cuando el presidente Itzjak Herzog se aplique la vacuna. “Llamen a sus padres y abuelos, asegúrense de que reciban la tercera dosis lo antes posible, yo llevaré a mi madre porque quiero cuidarla”, afirmó Bennett.
Pese a que la FDA estadounidense todavía no aprobó la tercera dosis de la vacuna, la decisión se tomó por recomendación del equipo de epidemiólogos que asesora al Ministerio de Salud de Israel.
“Las políticas de cierre derivaron en una pérdida de 200 mil millones de shekels (61 mil millones de dólares), así que queremos mantener el país abierto. Pero debemos entender que existe una competencia entre las vacunas y el virus, agregó el mandatario. El ministro Horowitz se manifestó en el mismo sentido: “Tenemos un objetivo muy claro, que es preservar la salud de todos los israelíes y también la economía, la cultura, la educación y la vida cotidiana de los ciudadanos”.
Horowitz recordó que “esta nueva ola de COVID-19 presenta un nuevo desafío ya que la variante Delta es más contagiosa y más resistente a la vacuna”, y señaló que esta campaña se lanza para hacer todo lo posible para mantener la economía abierta. “Los cierres, el desempleo, el daño a los comerciantes y las secuelas mentales también tienen un alto precio para la salud de los israelíes”, aseguró.
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A partir del domingo todos los israelíes mayores de 60 años podrán aplicarse la tercera dosis de la vacuna contra el COVID-19.
(AFP)
En referencia al comienzo de clases previsto para el 1 de septiembre, Horowitz buscó diferenciarse del gobierno anterior, liderado por el ex primer ministro Benjamín Netanyahu. “El gobierno pasado fue el campeón del mundo occidental en cuanto a la cantidad de días en que las escuelas estuvieron cerradas”. Al igual que con la economía, el ministro prometió “hacer todo lo posible para que el sistema educativo abra y funcione en su plenitud”.
“No obligamos a nadie, explicamos y tratamos de persuadir, somos un país democrático. Le decimos al público: junto con las mascarillas y las pautas de distanciamiento, la vacuna es la mejor herramienta que tenemos para preservar la vida de nuestros seres queridos” reflexionó el ministro a modo de cierre.
