El servicio nacional de emergencia Magen David Adom (MDA) informó este jueves una tasa de infección por coronavirus anormalmente alta entre los fieles israelíes que viajaron a Ucrania para la peregrinación de Rosh Hashaná. Más de 30.000 miembros del movimiento jasídico de Breslov y otros judíos religiosos y no religiosos llegaron a la ciudad de Uman para un festival de tres días en la tumba del fundador del movimiento, Rebe Najman de Breslov. Y, según las autoridades sanitarias, se habría producido una importante cantidad de contagios.
La mayor parte de los fieles llegaron desde Israel, pero muchos otros también de Francia, Gran Bretaña, Canadá y Estados Unidos, entre otros países. La mayoría viajó con mucho tiempo de anticipación por temor a las restricciones de viaje relacionadas con el COVID-19, por lo que algunos permanecieron allí más de un mes con sus familias.
Israel ha emitido una advertencia de viaje sobre Ucrania, debido a las tasas de infección por coronavirus relativamente altas en el país de Europa. De este modo, las autoridades sanitarias del Estado judío obligaron a los viajeros proveniente de Uman a aislarse durante siete días en su retorno al país.
En ese sentido, esta semana, Magen David Adom informó una importante demanda y una gran aglomeración en las estaciones de prueba de coronavirus en Uman, donde a los peregrinos se les ofrecen pruebas rápidas y baratas. A medida que aumentaban los diagnósticos positivos, algunos grupos de interés (a saber, falsificadores locales que ofrecían pruebas falsas) comenzaron a difundir desinformación entre los peregrinos, y algunos afirmaron que los kits de pruebas aprobados por el Ministerio de Salud eran falsos o que Magen David Adom estaba fabricando resultados falsos porque estaba comprometido con una cierta cuota de pruebas positivas.
Algunos incluso comenzaron a circular historias sobre peregrinos que inicialmente dieron positivo por el virus en el centro de pruebas de la MDA, pero luego dieron negativo varias horas después. Magen David Adom rechazó categóricamente las afirmaciones y dijo que no tenía interés en falsificar los resultados de las pruebas.
Fuentes familiarizadas con el evento le han contado a Ynet de varios peregrinos que dieron positivo por el patógeno pero luego lograron evadir la cuarentena y subieron a un autobús hacia la capital de Kiev, donde compraron una prueba negativa a falsificadores locales y abordaron un vuelo a Israel. A los funcionarios les preocupa que puedan haber infectado a otras personas en el autobús y luego en el vuelo.