La cuarentena, el toque de queda y la variedad de otras limitaciones que se nos impusieron durante la epidemia de coronavirus seguramente nos dejarán con cicatrices sociales, económicas y mentales.
La ausencia total de eventos deportivos y culturales, experiencias que nos unen, también ha hecho que la vida cotidiana sea más difícil.
La rutina diaria simplemente no será la misma hasta que estos eventos regresen y podamos dejar de revivir actuaciones pasadas y juegos deportivos en YouTube.
Por otro lado, la experiencia familiar se ha fortalecido durante este tiempo, cortesía de las muchas horas que pasamos juntos en casa, cocinando, jugando y aprendiendo.
Incluso, sucedió algo que tal vez nunca hubiera pasado si no fuera por el coronavirus, algo que se apoderó de mi vida y la de muchos otros.
Comenzó con el grupo de Facebook llamado "Historias del Líbano", que conmemoraba la retirada de las Fuerzas de Defensa de Israel del sur del Líbano hace 20 años.
Este grupo nos devolvió a miles de nosotros, ahora en nuestros 40 y 50 años, a este período fascinante, casi olvidado, y desencadenó una ola de nostalgia por nuestro tiempo sirviendo en las Fuerzas de Defensa de Israel a fines de la década de 1990 y principios de la del 2000.
El grupo se creó hace unas dos semanas, con la intención de evocar recuerdos y volver a conectar a viejos amigos que sirvieron en el legendario batallón 433º de la Brigada 500 del Cuerpo de Armadura.
Desde entonces me he encontrado viajando de regreso a esta experiencia conmovedora del pasado no tan lejano. Mucho ha cambiado desde entonces, pero algunas cosas se han mantenido iguales, como las increíbles amistades que de alguna manera perdieron impulso con los años.
Se han subido cientos de fotos al grupo (escaneadas, por supuesto, porque no había teléfonos inteligentes, WhatsApp o Facebook en ese momento).
Estas imágenes nos recuerdan los escenarios y las historias, los chistes, las risas, los apodos y el pandemónium total.
El grupo incluye oficiales y soldados de infantería, comandantes, combatientes y técnicos, todos con el objetivo de conectarse y recordar esos años.
Grupos como el nuestro ayudan a muchos a revivir su pasado en las FDI, que para algunos terminó hace 20 años.
Los batallones y las brigadas resucitan, y con ellos la agridulce nostalgia.
Siempre supimos que éramos una brigada de alta calidad, formada con el mejor material humano.
Éramos una forma de microcosmos israelí, una porción multifacética de nuestra sociedad.
Descubrimos que nuestro legendario sargento mayor se convirtió en el teniente del alcalde de Nes Ziona y nuestro querido comandante adjunto del batallón se convirtió en oficial.
Los veteranos de mi brigada se convirtieron en los mejores periodistas de televisión, uno se convirtió en un árbitro de fútbol de la Premier League, otro es músico y otro en un conocido actor de teatro y televisión.
Desafortunadamente, también nos informaron que un miembro querido de nuestra brigada falleció hace solo una semana.
Entonces, para algunos, el tiempo del coronavirus también será recordado por las cosas positivas que trajo a muchas vidas: una oportunidad de revivir glorias pasadas, viejas relaciones y celebrar a nuestros seres queridos que ya no están aquí.
Espero que estas amistades nuevas y viejas continúen.
