El Comité de Coronavirus de la Knesset aprobó el jueves la reapertura de los gimnasios de Israel a partir del domingo y el acceso a lugares turísticos locales los fines de semana.
La apertura de los gimnasios ha estado en el centro de una disputa entre el gobierno, que quiere mantenerlos cerrados, y el panel de legisladores que ha insistido en su apertura debido a la evidencia que demuestra que son responsables de un bajo número de infecciones del virus.
La líder del comité y miembro del Likud, Yifat Shasha-Biton, explicó que la decisión de retrasar la reapertura hasta el domingo tenía la intención de dar tiempo a los legisladores para formular un esquema para evitar que sea perjudicial para la salud pública .
Asimismo, se aprobó que las atracciones turísticas, como museos y zoológicos, permanecerán abiertas los fines de semana de acuerdo con las normas sanitarias, pero todas las tiendas y centros comerciales permanecerán cerrados desde el viernes por la tarde hasta el domingo por la mañana.
El primer ministro, Benjamín Netanyahu, amenazó con destituir a Shasha-Biton como presidenta del comité acusándola de insubordinación después de que ella respaldara la reapertura de los gimnasios la semana pasada. Después de las tensiones entre Netanyahu y Shasha-Biton, el gobierno votó en contra, pero ahora, una vez más, el comité lo contradijo y aprobó la medida.
Shasha-Biton, durante la votación, se refirió a su posible despido, asegurando que continuará "haciendo las preguntas difíciles".
"Es inquietante que los datos sean vagos y no se pueden poner sobre la mesa", manifestó la presidenta del comité durante la votación del jueves por la mañana.
"Si hay 200.000 personas entre nosotros que tienen los anticuerpos, como se informó en el estudio serológico, estamos en una situación ligeramente diferente y el precio que estamos pagando no necesariamente coincide con lo que está sucediendo en el terreno", añadió. "Cuando lo ponemos en proporción, creo que no hemos encontrado la manera correcta de enfrentar la crisis", agregó.
El martes, el comité decidió que los restaurantes de Israel pueden permanecer abiertos bajo ciertas restricciones, a pesar de un movimiento del gobierno para cerrar los restaurantes a los comensales y sólo permitir servicios de envío y de comida para llevar.