En declaraciones para Ynet, Iafa Issachar, madre de Naama Issacar, condenada a siete años de prisión en Rusia por posesión de cannabis, se refirió a la negativa de las autoridades de la prisión de permitirle visitar a su hija ayer. “Lo hacen a propósito”, señaló. Y añadió: “Durante una semana el juez se negó a otorgar la autorización, a pesar de que según lo estipulado por la ley puedo visitarla dos veces. Después de 40 minutos, autorizó la visita, pero no me dejaron ingresar a la cárcel”.
- ¿Piensas que intentan quebrar a tu hija y a ti?
- Sí. Cuando pregunté acerca de las llamadas telefónicas, el juez dijo en el juicio que él no puede saber sobre qué hablamos con mi hija. Le manifesté que puedo hablar en inglés, pero ellos respondieron que no hay traductor. No puedo escribir cartas, no puedo comunicarme telefónicamente y me limitan las visitas. Es frustrante, pero debo sacarla de aquí. Intentan quebrarla y me obstaculizan. Ella está presa desde hace siete meses por algo que no hizo. Es una mercancía entre países.
- ¿Piensas que el gobierno israelí la abandonó?
- Sé que están trabajando en el asunto, pero me parece que lo hacen muy lentamente. Mi hija ya sufrió demasiado. Ella no discute con nadie, por lo que presumo que se están aprovechando de ella. Tengo que sacarla. Yo no sé cómo son las mujeres con las que comparte el calabozo.
Las autoridades de la cárcel manifestaron que no le permitieron el ingreso ayer debido a que la visita de la cónsul israelí la semana pasada fue tomada como una visita de la madre. Todos los intentos de los abogados y de la viceembajadora de Israel fracasaron y Iafa Issachar se vio obligada a retornar a su apartamento en Moscú.
