De norte a sur, las playas israelíes son testigos de un gran daño ambiental, luego de que 150 kilómetros de la costa mediterránea fueran contaminadas por un derrame de alquitrán.
La sustancia derramada comenzó a observarse en el mar el miércoles a la mañana en las playas de Hof HaCarmel, en el centro del país, pero con el correr de las horas llegó a cubrir prácticamente toca la costa israelí: desde Ashkelon en el sur hasta el Consejo Mate Asher en el norte.
Se trata de uno de los daños ambientales más graves conocidos en Israel y la doctora Ruth Yael, experta en ecología de la Autoridad de Parques y Naturaleza, lo definió como “una tragedia” cuyo alcance todavía no está claro. “Es un hecho muy grave, con un daño ambiental muy grande, de los peores que se vieron en Israel y que nos llevará mucho tiempo reparar”, agregó Shaul Goldstein, director general del organismo.
Golstein convocó al público para “que se ofrezcan como voluntarios y ayuden a limpiar las playas”, un operativo que comenzó la mañana del viernes en un trabajo conjunto del Ministerio de Protección Ambiental, la Autoridad de Parques y Naturaleza y los voluntarios que se acercaron a la playa a pesar de la lluvia.
“Somos testigos de un grave evento ambiental, grandes cantidades de alquitrán fueron derramadas en el mar y arrastradas a las costas. Es un daño al medio ambiente y al ecosistema y el responsable del incidente debe pagar un precio”, declaró Gila Gamliel, ministra de Protección Ambiental, quien aseguró que los animales afectados por el derrame serán “tratados y rehabilitados” por las autoridades.
Gamliel prometió que su ministerio se ocupará de “localizar a la fuente de contaminación, encontrar a los responsables y llevarlos a la justicia” y advirtió que si es necesario recurrirá al Ministerio de Defensa si precisa ayuda para desarrollar esa tarea.
Por el tipo y textura del alquitrán que se derramó, se estima que se trata de una emisión de aceite de una embarcación que pasó cerca de la costa israelí.