El Banco Central de Israel evalúa que la economía comenzará una rápida recuperación en 2021 si se mantiene el ritmo veloz con que comenzó el plan para inmunizar a la población contra el COVID-19. Así lo informó la entidad el día de ayer (lunes) tras mantener sin cambios las tasas de interés.
El banco mantuvo la tasa de interés de referencia en 0,1% por sexta reunión consecutiva, en línea con las previsiones de los analistas en una encuesta de Reuters. Israel comenzó a vacunar a su población a una de las tasas más rápidas del mundo y su objetivo es llegar a todos los ciudadanos vulnerables a fines de enero.
El banco central pronosticó que de mantenerse ese ritmo de inoculación, la economía crecería un 6,3% en 2021 y un 5,8% en 2022. El crecimiento alcanzaría solo a un 3,5% si la tasa de vacunación se desacelera, expresaron los economistas del banco en sus últimas previsiones.
La entidad monetaria afirmó, sin embargo, que pensaba que lo más probable era que se mantuviera una rápida inmunización contra el virus. "Sin embargo, los riesgos para la actividad económica siguen siendo altos y se espera que el impacto negativo en la economía, y particularmente en el mercado laboral, se extienda", agregó el banco en su comunicado.
En lugar de reducir las tasas de interés, el banco tomó otras medidas, como la compra de bonos corporativos y gubernamentales para asistir a empresas y entidades públicas y el otorgamiento de préstamos a bajas tasas de interés para pequeñas empresas. Durante el 2020, la economía se contrajo un 3,7% en el marco de dos cierres generales y un desempleo de dos dígitos.
El gobernador del Banco de Israel, Amir Yaron, reiteró su confianza en que las políticas flexibles de la entidad continuarán a pesar de una rápida recuperación económica esperada. Sostuvo que "el crédito en la economía continúa fluyendo sin un aumento en las tasas de interés, a pesar del marcado aumento en el riesgo para algunos prestatarios".
Sin embargo, expresó que la inestabilidad política (Israel se dirige a su cuarta elección en dos años) es problemática, especialmente porque la falta de un presupuesto estatal hace que sea más difícil para el gobierno "tomar medidas para preparar la economía para el período de poscrisis”.
