Los analistas financieros sostienen que el shékel israelí podría ser la mejor moneda para la inversión en 2023, según un informe publicado esta semana en el sitio de noticias Bloomberg.
El pronóstico optimista contradice las terribles predicciones de recesión y contracción económica que podrían resultar de la aprobación de una controvertida reforma judicial.
El informe se produce cuando varios sectores de la sociedad israelí se han unido a las protestas semanales contra los planes del primer ministro Benjamin Netanyahu de limitar la capacidad del Tribunal Superior para fallar en contra de la legislatura y el ejecutivo, al tiempo que otorga a los legisladores poderes decisivos para nombrar jueces. Las protestas han tenido un efecto previsiblemente adverso en la posición de Israel en los mercados financieros.
Geoffrey Yu, estratega de divisas y macro de BNY Mellon en Londres, y Peter Kisler, gerente de fondos de cobertura con sede en Londres en Trium Capital, junto con varios otros analistas, dijeron a Bloomberg que la tendencia bajista actual en el shékel no debería durar mucho. Según ellos, fue la única moneda en el mundo que fortaleció su posición frente al dólar en la última década.
La agencia de noticias financieras estima que el contexto financiero y económico ha sido durante mucho tiempo favorable a la apreciación de la moneda israelí, debido en particular al superávit en cuenta corriente, las inversiones en alta tecnología y las exportaciones de gas natural, que se espera que aumenten a medida que disminuya la cantidad de gas comprado por los países europeos a Rusia.
"No vemos un cambio de paradigma en la actualidad", señaló Yu. "Por primera vez en casi dos años, nuestros clientes están planos y hay margen para más ganancias o compras en el futuro", explicó.
Según otro economista citado en el informe, Henrik Gullberg, el shékel ha estado "tan fuera de sintonía con los conductores tradicionales" que su trayectoria puede soportar tensiones políticas.
