El Ministerio de Salud de Israel informó el jueves por la mañana que 3.904 personas dieron positivo por COVID-19 en las últimas 24 horas. En comparación, durante todo el mes de mayo se registraron en Israel solo 1.183 nuevos casos.
Las autoridades sanitarias procesaron unas 43.500 pruebas de coronavirus el miércoles, con un índice de positividad cercano al 9%. En este momento son 474 los pacientes hospitalizados en estado grave, 133 de los cuales reciben asistencia respiratoria mecánica. Las víctimas fatales por causas relacionadas con la enfermedad ascienden a 1.054 en Israel desde el inicio de la epidemia.
El número total de pacientes activos por el virus es ahora de 31.769 personas. De ellos, 4.086 son residentes de Jerusalem, 1.816 de Bnei Brak, 1.306 de Ashdod, 928 de Modi'in Illit, 890 son de Beit Shemesh y 844 de Tel Aviv.
A la luz de la creciente tasa de infección, el director del “Proyecto Coronavirus” de Israel, Ronni Gamzu y el ministro de Salud, Yuli Edelstein, junto con funcionarios de defensa, presentaron el miércoles por la noche al primer ministro Benjamín Netanyahu las medidas que Israel puede tomar en el período previo a las festividades judías de Rosh Hashaná y Yom Kipur que comienzan la semana próxima.
Se presentaron cuatro escenarios posibles: cierre general las 24 horas durante todo el período entre fiestas; cierre general solo en los días festivos; toque de queda parcial; o la implementación del plan "semáforo" de Gamzu. El Gabinete del Coronavirus debía reunirse hoy (jueves) a las 2 p.m. (hora israelí) para discutir cuál de ellos se implementará.
El director general del Ministerio de Salud, el profesor Hezi Levi, advirtió el martes por la noche que en caso de que Israel impusiera otro cierre generalizado su duración sería de un mes. La advertencia se realizó durante una reunión a la que asistieron altos funcionarios del Ministerio de Salud, incluido el propio ministro Edelstein y los directores de varios hospitales.