El exdisidente soviético, Natan Sharansky, ganador del Premio Génesis 2020, anunció el lunes que donará el premio de U$1.000.000 a las organizaciones que luchan contra la pandemia del coronavirus y ayudan a las personas más afectadas por el brote.
En una declaración emitida por los organizadores del premio, Sharansky expresó que apoyaría a organizaciones en Israel y en el extranjero. Algunas de estas agrupaciones brindan asistencia a los infectados, en tanto que otras realizan investigaciones a largo plazo contra la enfermedad. Al renunciar al dinero del premio, Sharansky sigue una tradición establecida por ganadores anteriores.
“Muchas personas de buena voluntad en todo el mundo han contribuido generosamente para ayudar a organizaciones e individuos que han sido duramente golpeados por el COVID-19. Estoy agradecido de tener la oportunidad de contribuir a este esfuerzo humanitario ”, manifestó Sharansky.
La Fundación del Premio Génesis señaló que las donaciones se destinarían a organizaciones que brindan servicios de emergencia a los residentes de Jerusalem de todas las religiones y que asisten a niños con discapacidades graves, víctimas de violencia doméstica, inmigrantes africanos en Tel Aviv y personas que necesitan servicios de salud mental.
Sharansky también apoyará la investigación en el Instituto de Ciencia Weizmann, en Israel, y la Universidad de Columbia y la Universidad de Nueva York, en Estados Unidos, y ayudará a los ancianos de las comunidades judías en el extranjero.
El premio de U$1.000.000 se otorga cada año a una persona reconocida por sus logros profesionales sobresalientes, su contribución a la humanidad y su compromiso con los valores judíos.
Sharansky saltó a la fama en la década de 1970 como disidente en la Unión Soviética, donde trabajó en estrecha colaboración con el activista de derechos humanos y ganador del Premio Nobel de la Paz, Andre Sakharov. Fue, además, miembro fundador del Grupo Helsinki, que supervisó los abusos de los derechos humanos por parte de los soviéticos, y se convirtió en uno de los "refuseniks" (judíos soviéticos a quienes se les negó el permiso para emigrar a Israel durante la Guerra Fría) más conocidos.
En 1977, Sharansky fue encarcelado por cargos falsos de espionaje para los Estados Unidos. Pasó nueve años en prisión, cumpliendo gran parte de ese tiempo en confinamiento solitario.
Sharansky fue liberado en un intercambio de prisioneros en 1986 después de una intensa campaña internacional dirigida por su esposa, Avital, e inmediatamente después emigró a Israel.
Al año siguiente, encabezó una manifestación en Washington donde, en la víspera de una visita del líder soviético Mikhail Gorbachov, unos 250.000 judíos pidieron el fin de la persecución de los judíos soviéticos y la libertad de emigrar. Posteriormente, Gorbachov abrió las fronteras del país, allanando el camino para que aproximadamente 1.6 millones de judíos pudieran emigrar.
En Israel, Sharansky ha tenido una larga carrera en política y en el servicio público. También es autor de tres libros y recibió varios reconocimientos prestigiosos, incluido el premio más importante del Estado judío, el Premio Israel, así como la Medalla Presidencial de la Libertad de los Estados Unidos y la Medalla de Oro del Congreso.