Alrededor del 13% del espacio de oficina en el área de Tel Aviv está compuesto por oficinas de trabajo conjunto, muchas de las cuales están luchando por sobrevivir. Cuando las directivas del Ministerio de Salud empezaron a reducir la capacidad de las compañías para trabajar en oficinas, los clientes comenzaron a pedir descuentos a sus proveedores de esos espacios. Muchas compañías que operan espacios de trabajo conjunto han apelado a los dueños de las propiedades, intentando conseguir descuentos que puedan bajar a sus clientes.
Uno de los primeros clientes en intentar conseguir un margen fueron inquilinos de un complejo de WeWork en Herzliya, Tel Aviv, recolectando unas 200 firmas y reclamando un descuento de la compañía porque no era posible trabajar en las oficinas. Pero los clientes de WeWork ahora reclaman que los ejecutivos israelíes dicen estan sujetos a las decisiones del cuartel general en Estados Unidos y que no pueden dar descuentos sin su consentimiento. De acuerdo con un cliente de WeWork que hablo con Calcalist, se le ofreció medio mes de descuento a cambio de renovar su acuerdo de alquiler, pero quienes firmaron contratos con varios meses de adelanto siguen sin recibir respuesta alguna.
Según Forbes, los clientes de WeWork en California también reclaman que la corporación demanda que firmen extensos contratos a cambio de descuentos o algún tipo de alivio.
“No somos cerdos, entendemos que ellos también están sufriendo pérdidas, pero escuchamos que el gobierno los está ayudando con impuestos municipales, por lo que esperamos que esta ayuda también nos llegue, como sub-inquilinos."
Otras compañías de coworking más pequeñas, como Labs y Regus, estan usando un enfoque diferente para resolver la situación. Estas compañías proporcionan descuentos calculados a algunos inquilinos sin tomar una decisión total. Algunos inquilinos reportan que han recibido beneficios pero tienen cuidado de esconderlo por miedo a perderlos si se le pide al dueño de la propiedad que entregue el mismo beneficio a todos sus inquilinos.
A esta altura, la mayoría de las empresas de coworking han reportado que continúan funcionando de una u otra manera, incluso si en la práctica las oficinas están completamente desiertas. La política en cuanto a inquilinos es cambiante y cubre la gama entre exención total del alquiler y ningún descuento.
Un portavoz de la segunda compañía de trabajo conjunto más grande de Rusia, SOK, dijo que decidieron “dar descuentos a los inquilinos para que puedan sobrevivir los próximos meses. A esta altura, los descuentos sólo se dieron para el mes de abril, pero consideraremos extender el período”.
“Desde el momento en que anunciamos que los clientes no pagarían el mes de abril, lo sintieron como un salvavidas”
Eyal Reuven, CEO de Dogether
Algunas compañías de coworking reaccionaron creativamente a la pandemia. Ejecutivos en la compañía de coworking Mixer dijeron a sus clientes que transfieren todos sus ingresos a un fondo que ayudará a clientes en necesidad de apoyo financiero debido a la pandemia de coronavirus.
Algunos decidieron cerrar completamente sus complejos en abril y no recibir pagos. “Desde el momento en que anunciamos que los clientes no pagarian el mes de abril, lo sintieron como un salvavidas” dijo Eyal Reuven, CEO de la empresa de coworking Dogether, en una reciente entrevista con Calcalist. Cuando se le preguntó por qué no tomaron el enfoque de dar descuentos a las compañías que firmaron contratos extendidos, Reuven respondió que “uno puede pedir un compromiso, pero que compañía puede comprometerse en este momento? Si uno va a dar, debe dar en toda su extension.”
Una de las grandes preguntas es cómo sobrevivirá la crisis esta industria, y no solo financieramente: ¿volverán los viejos hábitos de trabajo en oficinas a las dimensiones previas a la crisis? Algunas compañías que han logrado trabajar remotamente de manera eficiente podrían adaptar este modelo, aunque sea de manera parcial. Por otro lado, también es posible que tras un período de desconexión social, miembros de los complejos buscarán alejarse tanto como sea posible del trabajo remoto.
Otro CEO de una empresa israelí de coworking cree que después de esta crisis habrá fusiones y adquisiciones en la escena de coworking local. “WeWork ha tomado esto en un mal momento, hay un desastre a nivel administrativo y no pueden tomar decisiones a nivel local, son una corporación que depende de la administración internacional. Es importante diferenciar la situación específica de WeWork que entró en una crisis y el resto del mercado de trabajo”, dijo.
En 2014, el mercado de trabajo conjutno de Israel estaba compuesto por WeWork, Regus y Mindspace Ltd. Entre los tres ofrecían menos de 16.000 metros cuadrados de espacio de oficinas en el país. Para 2016, los tres tenían contratos de arrendamiento para alrededor de 43.000 metros cuadrados de oficinas israelíes. En 2018, tan sólo WeWork y Regus contaban con más de 60.000 metros cuadrados. Para entonces, no menos de 32 nuevas empresas se unieron al mercado.
De acuerdo con estimativos de la rama israelí de inversión en bienes raíces de CBRE Group Inc., el espacio de coworking ofrecido en Israel ahora supera los 250.000 metros cuadrados, con una ocupación del 95%.