Una grave crisis de salud mental se ha intensificado en los últimos meses en Israel desde el final de la pandemia de COVID-19.
Pero el Ministerio de Salud, organismo encargado de combatir el fenómeno del suicidio, aún no ha creado un fondo de datos en tiempo real sobre el tema.
En lugar de nombrar un encargado de las estadísticas de suicidios, medida que ya se decidió durante el gobierno anterior, el ministerio proporciona a los expertos datos parciales sobre el tema procedentes del Instituto Forense Abu Kabir, el único centro de Israel autorizado a realizar autopsias en casos de muerte no natural.
Sin embargo, los datos, basados en el número de autopsias realizadas en las que se determinó el suicidio, sólo representan alrededor de dos tercios de todos los casos y no ofrecen una imagen amplia del fenómeno.
Según los datos publicados el martes por el ministerio en respuesta a una petición de Ynet, se ha producido un aumento del 75% en el número de personas de entre 15 y 24 años que pusieron fin a sus vidas entre los años 2016 y 2020: pasando de 33 individuos a 58, respectivamente.
Además, expertos en el campo de la salud mental y el suicidio aclaran que el programa para combatir la pérdida, establecido en base a una decisión gubernamental en 2013, está gravemente infradotado, con un déficit de aproximadamente 10 millones de shekels (2,7 millones de dólares) al año.
Según el profesor Gil Zalsman, director del Centro de Salud Mental de Geha y presidente del Programa Nacional para la Prevención de la Suicidalidad y el Suicidio, "no sabemos realmente lo que está sucediendo en Israel porque nuestra medición se basa en la Oficina Central de Estadística, y por lo tanto los datos del Ministerio de Salud se retrasan dos o tres años. La forma de solucionarlo es establecer un registro de suicidios, similar al registro de cáncer, que pueda indicar un aumento en un área específica. Llevamos muchos años intentando promover este tema".
Zalsman dice que el ex director general y actual director general del Ministerio de Salud, Nachman Ash, aprobó el puesto, que fue definido por la Comisión de la Función Pública. Por lo tanto, espera que se cubra pronto.
"Cuando haya un registro, podremos conocer la situación, como en cualquier país occidental. Incluso durante la pandemia de COVID-19, cuando nos preguntaban si había una disminución o un aumento, no podíamos responder a esa pregunta", planteó.
Zalsman añade que "a nivel global, hay un descenso -no un aumento- de las tasas de suicidio. Hay un aumento de la depresión, la ansiedad y los intentos de suicidio, pero no de los suicidios en general".
En cuanto al programa de prevención del suicidio, dice que está infradotado. "El programa está presupuestado en 17 millones de shekels (4,6 millones de dólares) al año, mientras que la cantidad real necesaria es de 27 millones de shekels (7,3 millones de dólares) al año".
El Ministerio de Saalud respondió "Dado que hay un nuevo punto de referencia para el puesto de médico responsable de la información y el registro, se está sometiendo a un procedimiento de normalización, y después de eso, se publicará una licitación".
