Cientos de agricultores se manifestaron el jueves en todo Israel por una reforma que permitiría introducir productos agrícolas del exterior, medida que dañaría a los productores locales.
Los agricultores bloquearon siete carreteras clave en todo el país y tiraron su producción sobre el camino en protesta por la reforma del Ministerio de Finanzas que busca reducir los impuestos sobre algunas importaciones agrícolas de países como Egipto y Turquía con el fin de reducir los precios de los alimentos para el consumidor israelí.
"La reforma tal como está planteada es una declaración de que los ciudadanos israelíes comerán frutas de Turquía, Jordania y Egipto mientras que los agricultores se verán obligados a dejar sus campos y registrarse en la oficina de desempleo”
Comunicado de agricultores israelíes
Los manifestantes criticaron personalmente al ministro de Finanzas, Avigdor Lieberman, y al ministro de Agricultura, Oded Forer, que impulsaron la reforma.
El Ministerio de Finanzas planea implementar la medida de forma gradual durante los próximos cinco años y revisarla cada año para determinar su efectividad y sus inconvenientes.
Mientras tanto, los agricultores afirman que la apertura del mercado a las importaciones libres de impuestos dañará la industria agrícola en Israel.
Lieberman expresó en respuesta a las protestas que tirar "huevos, frutas y verduras" no beneficiará a los consumidores. "Lamento que los agricultores elijan no hacer foco en la cuestión más preocupante: por qué en los últimos 20 años los precios de las frutas aumentaron en más del 100%, las verduras en más del 80%, mientras que el consumo cayó en un 20%", señaló.
El miércoles, líderes del sector agrícola abandonaron una reunión con el director general del Ministerio de Agricultura, Naama Kaufman, por la negativa del ministerio a cancelar la reforma en la industria de la producción de huevos, que según los productores enviaría a unas 4.000 familias al desempleo inmediato.
"La mayoría de los miembros de la Knesset saben que la reforma es destructiva", dijo Shay Hajaj, jefe del Concejo Regional de Merhavim, cuya empresa "Moshvei Hanegev" es la compañía agrícola más grande de Medio Oriente.
"Israel invierte su mayor presupuesto en seguridad. Sin embargo podríamos dañar la seguridad si nos volvemos dependientes de otros países para importar alimentos frescos, ya que pueden decidir simplemente suspender su suministro en cualquier momento", sostuvo Hajaj.
El jefe del consejo regional indicó además que la alta tarifa de intermediación entre los agricultores y la venta al público es la razón de los altos precios de los productos israelíes.
"La reforma unilateral tal como está planteada hoy es una declaración clara de los ministerios de finanzas y agricultura de que los ciudadanos israelíes comerán frutas y verduras de Turquía, Jordania y Egipto, y huevos de Ucrania, mientras que los agricultores que viven en el Golán, Cisjordania y cerca de Líbano se verán obligados a deshacerse de sus campos y registrarse en la oficina de desempleo”, expresaron los agricultores en un comunicado.