La policía arrestó a un total de ocho personas entre Jerusalem y Jaffa en la noche del domingo después de los disturbios que tuvieron lugar en ambas ciudades.
Tres manifestantes fueron detenidos en Jaffa en enfrentamientos entre árabes y judíos a raíz de un ataque sufrido ayer (domingo) por un rabino en las calles de Ajami, un antiguo barrio de mayoría poblacional árabe.
Horas después del ataque se supo que el rabino, Eliyahu Mali, director de un centro de estudios de Torá visitó un edificio del barrio para comprarlo para su instituto. Un testigo de los hechos señaló que escuchó a los sospechosos gritarle a Mali y a otro rabino que lo acompañaba “tienen prohibido mudarse aquí".
Los enfrentamientos entre árabes y judíos comenzaron a raíz de un ataque sufrido por un rabino en las calles de Jaffa.
Durante la noche la policía intentó separar a los dos grupos que protestaban cerca uno de otro hasta que los disturbios se intensificaron con manifestantes árabes arrojando piedras, prendiendo fuego contenedores de basura y gritando consignas como “los colonos se van a casa” y “Jaffa para los de Jaffa”.
Un residente árabe le dijo a un fotógrafo de Ynet que documentaba los enfrentamientos que la policía había usado métodos mucho más duros para tratar con los manifestantes árabes que con los judíos.
Otro residente local señaló: "Caballeros, vean cómo nos tratan como animales, pero abrazaron a los colonos. Nos quedaremos en Jaffa, esto no será como Jerusalem o Hebrón, Jaffa seguirá siendo Jaffa. No habrá colonos aquí”.
En Jerusalem los hechos sucedieron cerca de la Puerta de Damasco en uno de los ingresos a la Ciudad Vieja, durante los cuales cinco personas fueron detenidas bajo sospecha de arrojar piedras y atacar a agentes de policía.
La policía se enfrentó a cientos de manifestantes y dispersó a la multitud mediante el uso de granadas aturdidoras y el avance de camiones hidrantes. Enfrentamientos similares tuvieron lugar todas las noches desde que comenzó el mes sagrado musulmán del Ramadán la semana pasada.
Los residentes musulmanes de la ciudad afirman que normalmente se reúnen en las escaleras fuera de la Puerta de Damasco todas las noches durante el Ramadán, pero que este año la policía colocó barreras para mantener alejadas a las multitudes.