Israel presentó cuatro demandas civiles contra palestinos y judíos condenados por terrorismo por lesiones corporales y daños a la infraestructura del Estado por un total de 5,5 millones de shekels.
"El Estado continuará presentando demandas proactivas contra los infractores para recuperar los fondos públicos injustamente desperdiciados", informó el martes la oficina del Fiscal del Estado.
La oficina del fiscal de distrito de Jerusalem presentó una demanda de 1.100.000 shekels ante el Tribunal de Distrito, en nombre del Ministerio de Finanzas, contra tres israelíes involucrados en el asesinato de un adolescente palestino en 2014.
Yosef Ben-David y sus dos sobrinos menores de edad fueron demandados por el daño que causaron a Israel, que compensó y continuará compensando a la familia de la víctima.
Ben-David fue declarado culpable del secuestro y del asesinato, y fue sentenciado a cadena perpetua (25 años) y un castigo acumulativo de 20 años adicionales de prisión.
Sus dos sobrinos, que eran menores de edad en el momento del atroz crimen, fueron condenados a cadena perpetua y 21 años, respectivamente.
Según la fiscalía, la familia de Abu Khdeir fue reconocida como víctima de un acto terrorista, y por lo tanto el Estado soporta y soportará en el futuro el daño causado por los acusados.
Otra demanda de 1.600.00 shekels se presentó en nombre de la Autoridad Fiscal de Israel contra Bilal Abu Ghanem, un palestino responsable del asesinato de tres israelíes en un ataque terrorista contra un autobús urbano en octubre de 2015. Más de una docena de personas también resultaron heridas.
La fiscalía demandó a Abu Ghanem por el daño que causó al país, que ha compensado y compensará a las familias de las víctimas, así como el daño que el Estado debe pagar a Egged Public Transportation Company, propietaria del autobús que fue atacado.
Una tercera demanda de aproximadamente 2.500.000 shekels fue presentada por la oficina del fiscal del distrito sur ante el tribunal de distrito de Be'er Sheva por el daño causado al país por Yinon Eliyahu Reuveni, después del ataque incendiario contra la Iglesia de la Multiplicación en Tiberíades.
La iglesia fue incendiada en junio de 2015, en un atentado motivado por el fanatismo religioso. La iglesia y el monasterio contiguo fueron muy dañados, y los libros religiosos fueron quemados. Después del incidente, la iglesia presentó una demanda por el daño, lo que obligó a Israel a pagar una compensación.
Una cuarta demanda fue presentada por la oficina del fiscal de distrito de Jerusalem en nombre de la Policía de Israel ante el tribunal de distrito de la ciudad contra un residente de Jerusalem por un incendio intencional, en 2018.
El acusado, que era menor de edad cuando cometió el delito, fue declarado culpable de prender el fuego junto a un estante de comunicación de la policía y fue sentenciado a servicio comunitario. Debido a las acciones del demandado, el Estado se vio obligado a pagar por la reparación de los daños.
