En las últimas tres décadas el Ministerio de Construcción y Vivienda de Israel logró el establecimiento de dos ciudades nuevas: Modi´in, que en 23 años se convirtió en un éxito asombroso; y Harish, que en solo tres años se acerca a los parámetros de los centros urbanos más importantes del país.
A 40 minutos de Haifa y una hora de Tel Aviv, distancias accesibles para quienes trabajan en grandes ciudades pero desean vivir fuera de ellas, en apenas tres años de vida en Harish residen 13.000 personas y la tasa de crecimiento no para de subir: se espera que a fin de año ya se hayan radicado 18.000 habitantes.
Las estimaciones a mediano plazo son todavía más ambiciosas, ya que el municipio espera albergar a 50.000 ciudadanos dentro de cinco años y superar la barrera de los 100.000 antes de 2030.
La estación de tren de la ciudad y otras obras centrales de su estructura estarán listas recién para 2025, pero uno de los instrumentos para incentivar la mudanza de israelíes a Harish es el precio de las viviendas. Si bien en los últimos meses aumentan constantemente, parejas jóvenes podrán comprar un departamento de cuatro o cinco habitaciones a un precio imposible de encontrar en otros sitios.
Una de las últimas obras estrenadas fue un centro comercial, un alivio para los entusiastas de los paseos de compras. Además está proyectada la apertura de diversas áreas industriales, comerciales y de empleo.
